Por los últimos 33 años el artesano japonés Nobuo Okano ha estado reparando libros en jirones y reconstruyendolos para que parescan nuevos.. Cuando un cliente trajo un viejo diccionario japonés-Inglés que parecía que había estado en un par de guerras, Okano se acercó a el como un conservacionista del arte reparando una pintura. Con el uso de herramientas muy básicas como una prensa de madera, cincel, agua y cola, Okano reconstituyó el libro para hacer que parezca que se acabó de comprar.
El trabajo tedioso de Okano Requiere tomar cada página, 1000 de ellas-y aplanar todos los pliegues con pinzas y una plancha. Pero no todo se repara. Okano hace que algunas cosas desaparescan, como las iniciales de una antigua novia. Y al igual que la forma en que un escultor quita piezas para mejorar el trabajo, Okano aplica un proceso de sustracción de traer el libro de vuelta a la vida.
Una vez que el trabajo estuvo hecho el libro fue devuelto al cliente, quien lo presentó a su hija mientras ella estaba en su camino a la universidad. "No es la forma, pero lo que hay dentro de ellos lo que nos atrae a los libros", dice Okano. Para un hombre que hace su trabajo para reparar la forma de libros es una declaración muy humilde y es un testimonio del valor que todavía tenemos en los libros físicos.