Revista Cultura y Ocio
El poeta Germain Nouveau
La figura de Rimbaud es monolítica. Es imposible imaginar la poesía moderna, sin la demoniaca figura tutelar de aquel adolescente de ojos claros, perfil aquilino y peinado de monaguillo. El muchacho genial que se hastió de la poesía y decidió emprender una carrera como traficante de armas en África, pudo no haber sido el autor de las “Iluminaciones”. Según un crítico y estudioso francés, Eddie Breuil, el poeta de El Barco Ebrio no escribió las Iluminaciones, por la sencilla razón que sería producto de un error como copista de Rimbaud. En su libro “Du noveau chez, Rimbaud”, el profesor afirma luego de un concienzudo análisis de la obra rimbaudiana, que fue éste quien ayudó a copiar a otro poeta la célebre obra, y no al revés, como era de esperarse.
¿Quién es entonces el misterioso poeta?
Tras un encuentro en Stuttgart, Alemania, Rimbaud pidió a Verlaine, que le enviara una serie de poemas en prosa, a un oscuro poeta, de nombre Germain Nouveau. Verlaine no tenía idea de quién era aquel poeta simbolista. Nacido en Pourrieres, en 1851, llega con diecinueve años a París, buscando entrar en los círculos literarios. Aunque no encuentra a la pareja de amantes, traba amistad con Charles Cros, y conoce luego a Rimbaud. Parten hacia Londres, donde Verlaine purga una condena por herir a Rimbaud. Allí, se escribirán las Iluminaciones, de las que hasta ahora, se creía, eran obra del autor de Una temporada en el Infierno.
Un editor fantasma, le dio el título al grupo de poemas, sin autorización de Rimbaud, su supuesto autor, ni mucho menos de Verlaine, aunque le fuera encargada la tarea de enviarle a Francia los manuscritos a su verdadero autor, Nouveau. Este poeta hoy olvidado, fue en su tiempo bien conocido en los círculos literarios. Neurótico, afectado por distintas crisis, tuvo que ser internado en varios psiquiátricos. Al dársele el alta, Nouveau, se convirtió en un peregrino y mendigo, llegando a dar con sus huesos hasta Roma y Santiago de Compostela. Germain Nouveau terminó sus días como indigente, viviendo de la caridad pública y las monedas escamoteadas en el atrio, a los feligreses de la iglesia de su pueblo natal. El estilo de sus poemas cortos, es brillante, y no le quita merito alguno a la genialidad de Rimbaud, por el hecho de haber sido el copista de su obra.
Un genio malogrado
Nouveau nunca se enteró de que sus Iluminaciones, título puesto por el misterioso editor y tomado de una frase dicha al vuelo por Verlaine, fueron publicadas. Según un artículo del gran poeta Louis Aragon, a finales de los cuarentas, se pregunta cuál es más grande: Rimbaud, Baudelaire o Nouveau. Sí, Germaine Nouveau, un poeta tan grande como sus pares pero echado al olvido por mano propia; un poeta injustamente olvidado, que eligió el camino de espinas y la sombra del anonimato.
Fuente:http://www.lefigaro.fr/livres/2014/10/31/03005-20141031ARTFIG00173-selon-un-chercheur-rimbaud-n-aurait-pas-ecrit-les-illuminations.php
Dos poemas de Germain Nouveau
Amor
" No temo a los reveses del destino, a nada temo, ni a la tortura, ni a las mordeduras de serpiente, ni a los cálices de veneno, ni a los ladrones que huyen del día o a sus subordinados cómplices, si amo.Me río estruendosamente, no me importa la magia, ni el florecimiento del odio, pero de las caricias podría hacer mi deleite, el ruido de guerra en el tambor, las espada en los fuegos artificiales, si amo.Odio mirar al gato que duerme sin desearme mal alguno; espero la muerte, la desgracia, el sufrimiento y los malos tratos; soy valiente, sin vicios, rey al frente de mi palacio, líder de las milicias, si amo.Concédeme el amor hasta que mi pelo negro se torne lacio, y ningún dios pueda hacerme palidecer, si amo. "
Las palomas
" El oscuro negro y el esperanzador verde nunca aguardan la flor que baten las palomas y a las tumbas agrada.
Ellas irrumpen desde el cielo, cargadas de fruta, desnudas y perdidas sus plumas en en el viento y en los antiguos caminos.
Esclarece el día desde lo alto del árbol en hermoso equilibrio.
La delicia de sus ojos atrapa un trozo de cielo, incuba la madrugada en el lecho inferior del cementerio.
Y cada árbol ahuyenta la desesperación más enfermiza, bajo la multitud de plumas blancas, en medio de sus arrullos.
Estas aves, cuyas voces son hermanas, son, obviamente, las almas de niñas y mujeres
Cuya tumba suave brilla en la luna de cada noche y
escribe sus gélidos epitafios. "