Hace unos días hablábamos de las dificultades que tenemos en ocasiones a la hora de seleccionar a nuestros artistas de la semana. Y aunque en la presente no hubo dudas, pues teníamos claro que el protagonista sería Nil Bartolozzi, nuestros problemas surgen ahora de su eclecticismo, que nos conduce a la pregunta: ¿por dónde empezamos?
Probablemente nos dejaremos muchas cosas en el tintero, pero para eso están los enlaces: a su web, a behance, a su blog, a flickr, etc. Superada esta parte, entramos en materia, en destacar lo bien que ha sabido integrar en una línea consistente el arte urbano, la ilustración contemporánea –intrincada, simbólica y surreal–, el diseño, la pintura y la instalación –en la que encontramos desde collage hasta elementos arquitectónicos–. Este “suma y sigue” delata a un creador inquieto y lleno de recursos y referencias propias, de agradecer cuando se juega con el pop y el surrealismo, cuyas reglas muchos conocen pero sólo unos pocos, con un pie en la tradición y otro en la modernidad, saben aplicar. Nil Bartolozzi es uno de esos afortunados, si es que la palabra suerte es apropiada cuando, salta a la vista, el trabajo y la pasión son auténticos protagonistas.