Nadie conoce su identidad y ni siquiera lo han visto trabajando, Tom Bob trabaja en el anonimato, ya que a pesar de su arte ha sido muy bien recibido por los habitantes de la Gran Manzana, lo que hace es considerado ilegal. Sus creaciones aparecen en las mañanas de forma repentina..
Nueva York es considerada por muchos la cuna del arte callejero, donde desde hace décadas se han expresado todo tipo de corrientes sobre todo a través del graffiti. Hoy día es común recorrer las calles de Brooklyn, Manhattan y el Bronx y encontrarnos con majestuosas obras de arte decorando la pared de algún edificio.
Las ciudades están plagadas de objetos que por cotidianos pasan inadvertidos. Cruzamos aceras con alcantarillas, tomas de agua o rejas a las que no les prestamos la mínima atención. Pero Tom Bob ha acabado con esa desidia urbana. Su arte callejero llama la atención porque cualquier objeto puede ser transformado en algo que conviva con el entorno, donde la característica principal es que está lleno de color y representa desde animales hasta personajes abstractos o famosos artistas, siempre respetando el diseño y forma original del objeto.
En su cuenta de Instagram, en la que muestra sus obras desde 2014, presenta los aburridos rincones en los que nadie repara anunciando que próximamente se convertirán en algo vivo. Poco se sabe del artista cuyo trabajo, que recuerda al del francés OaKoAk, se ha viralizado tras aparecer en webs como Bored Panda, Boing Boing o Ufunk.
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