Todo empezó a principios de este año cuando Ibo Omari recibió la visita de un hombre en su tienda de productos para graffitis para comprar unos botes de pintura. Se trataba de un padre que había estado en un parque cercano con su hijo y al ver la pintada de una gran bandera Nazi en una pared cercana, decidió comprar unos botes de spray para hacerla desaparecer de los ojos de los niños que jugaban en los columpios. Fue en ese momento cuando a Ibo se le encendió la bombilla y le dijo al señor que no se manchara las manos de pintura y que ya se encargaba él de este asunto.
Unos minutos más tarde, junto a otro artista callejero, transformó la esvástica de la bandera en un simpático mosquito. Semanas más tarde, otro amigo de Ibo le alertó de otra pintada similar cerca de otro parque. Y así es como, junto a 11 artistas más, nació Paintback, un proyecto que busca acabar con las esvásticas de las calles de Berlín, transformándolas en divertidos diseños que van desde adorables animales a elementos como un cubo de rubik o un sudoku.
Aunque la idea nació en la capital alemana, gracias a las redes sociales se ha extendido a otras ciudades del país, haciendo desaparecer los horribles mensajes de la iconografía nazi para convertirlos en algo bonito y agradable. ¡Bravo!
Sobre el autor
huss87 Social Media Freelance. Blogger en lacriaturacreativa.com. Fan absoluto de las redes sociales, la creatividad, el diseño y, en general, de todo lo que signifique comunicar de una forma diferente.