Muchas mujeres con Fibromialgia se encuentran en edad reproductiva y sienten el deseo de embarazarse. Si es tu caso y tienes dudas al respecto te recomendamos nuestro artículo Preguntas y respuestas sobre el embarazo en Fibromialgia, pero si ya te decidiste a embarazarte, te dejamos una serie de consejos que te permitirán vivir un embarazo feliz y saludable:
1. Considera al embarazo como un trabajo de tiempo completo. Si ya tomaste la decisión de embarazarte, debes asumir tus responsabilidades y procurar centrar todas actividades en tu beneficio y el de tu bebé.
2. Deshazte de responsabilidades. Cuando estás embarazada, tu cuerpo gasta mucha energía, es una etapa de fatiga metabólica; ponte límites, no le exijas a tu cuerpo más de lo que puede o debe hacer; de ser posible elimina muchas de tus responsabilidades (trabajo, hogar, familia), tanto como te sea posible, para evitar utilizar tu energía.
3. Busca un obstetra que tenga conocimientos en Fibromialgia, o que al menos esté dispuesto a aprender y trabajar contigo y con el médico reumatólogo que está tratando tu enfermedad).
4. Planea con anticipación. Realiza todos los cambios necesarios en tu vida para vivir un embarazo tranquilo, por ejemplo, contempla el tiempo que necesitarás ausentarte de tu trabajo (teniendo en cuenta que quizás requieras más tiempo adicional de descanso después del parto); adecua tu hogar según las necesidades que tendrás; considera contratar a alguien que se encargue de tus labores, etcétera.
5. Asegúrate de platicar con tu médico sobre aquellos medicamentos seguros durante el embarazo y cuáles debes dejar. Si lo conveniente es que no suspendas los fármacos, es importante que antes de embarazarte te sometas a un tratamiento con medicamentos seguros; consúmelos durante algunos meses con las dosis que tomarías como si estuvieras embarazada, y cuando ya sepas cómo actúan en ti y tengas un control adecuado de tu enfermedad (o que al menos toleres los síntomas de Fibromialgia) entonces embarázate y continúa con el tratamiento como hasta el momento.
6. Platica con tu pareja sobre las futuras tareas en las que necesitarás su ayuda, contemplando los gastos, hacer mandados, el mantenimiento de la casa, etcétera. Lo ideal es que los dos lleguen a acuerdos que les satisfagan y eviten futuras discusiones.
7. Aprende todo lo que puedas sobre las dos condiciones (el embarazo y la Fibromialgia). Muchas veces podrás llegar a confundir los síntomas de una cosa con la otra y quizás tomes decisiones incorrectas al tratar de remediarlos. Escucha a tu cuerpo y cómo se comportan los síntomas durante el transcurso del embarazo, así evitarás confusiones.
8. Reduce el estrés en tu vida tanto como te sea posible. Durante el embarazo y los primeros meses de ser mamá necesitas vivir en un ambiente tranquilo libre de estrés. Si te preocupa que disminuyan tus ingresos por dejar el trabajo, ahorra anticipadamente; si hay niños en casa que demandan mucha atención, considera vivir en otro lugar durante algún tiempo, etcétera. El punto es que nada te preocupe.
9. Haz ejercicio. El ejercicio además te permitirá fortalecer los músculos, mantener las articulaciones flexibles, mejorar tu estado de ánimo y tener un parto más fácil. Los niveles bajos de serotonina tienen un efecto negativo sobre las mujeres embarazadas, especialmente si se tiene Fibromialgia. La mejor manera de aumentar la serotonina en el cuerpo es con el ejercicio. Es recomendable que elabores con tu médico un programa de ejercicios adecuado para ti que evite posiciones y movimientos peligrosos.
10. No uses baños de hidromasaje, jacuzzis, saunas, cuartos de vapor, es decir cosas que impliquen la exposición a temperaturas muy elevadas. Si estabas acostumbrada a la terapia con agua muy caliente, debes abandonarla durante el embarazo, pues podría dañar el desarrollo del feto, causándole deformaciones. Utiliza temperaturas cómodas.
11. Práctica técnicas de meditación y respiración para ayudarte a reducir la tensión. El Yoga y el tai chi son dos actividades muy benéficas que te permitirán mantenerte en forma y relajarte a la vez.
12. Procura mejorar tu rutina del sueño. Las mujeres embarazadas necesitan dormir más. Aunque sabemos que los trastornos de sueño son comunes en la Fibromialgia, debes asegurarte de tratar de mejorar tu sueño: adecua tu habitación para que sea cómoda, evita comer antes de acostarte, ve a la cama a la misma hora todos los días y hazte de hábitos saludables del sueño.
13. Evita fumar o exponerte al humo del cigarrillo. La nicotina disminuye el flujo de sangre a los músculos, lo que a su vez disminuye el oxígeno y aumenta el dolor en los músculos. El humo del cigarrillo, además ser perjudicial para el feto, puede hacerte toser excesivamente y causar dolor en tu cuerpo.
14. Asegúrate de consumir suficiente magnesio. El déficit de magnesio se presenta en muchas personas con Fibromialgia; este problema puede aumentar la posibilidad de tener una presión arterial alta y convulsiones durante el embarazo (eclampsia). Tomar la cantidad de adecuada de magnesio también ayudará a disminuir los calambres en las piernas y el estreñimiento. El magnesio lo puedes encontrar en alimentos como: pepitas de girasol, almendras, avellanas, germen de trigo, cacahuate, garbanzos, pistaches, piñones, arroz integral y nueces (todos estos alimentos sin cáscara); dátiles, higos y espinacas.
15. Procura consumir niveles óptimos de hierro. Las mujeres embarazadas que no reciben suficiente hierro están en riesgo de padecer anemia, fatiga, mala memoria y disminución de la función inmunológica.
16. Prevén la depresión. La Fibromialgia suele generar malos estados de ánimo; se sabe que cuando ya se ha sufrido de depresión antes del embarazo, existe un mayor riesgo de tener depresión durante el embarazo. Si te preocupa tener esta condición, platica con tu médico para conocer qué tipo de ayuda y opciones podrías tener.
17. Consulta a un terapeuta ocupacional. Estas personas son brillantes para dar soluciones a todo tipo de problemas; te podrán ayudar a superar todas las dificultades prácticas durante y después del embarazo, por ejemplo, podrán enseñarte como sostener y cargar a tu bebé sin exigir mucha tensión en los músculos, te dirá qué ropa y accesorios de bebé es la que debes comprar para facilitar tus tareas, etcétera.
18. No te preocupes por el parto. Una mujer con Fibromialgia es tan capaz de tener un parto normal como cualquier otra mujer, y no debe presentar mayores complicaciones; si te preocupa el dolor, puedes recurrir a la anestesia epidural; aunque como en todos los casos, esta decisión es muy personal.
19. Disfruta tu embarazo. Esta etapa es una experiencia grandiosa para todas las mujeres; si ya tomaste la decisión de embarazarte no dejes que el miedo te someta: toma las precauciones necesarias y prevé todos los posibles problemas; déjate consentir y date la oportunidad de disfrutar esta experiencia.
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