La germinación de vegetales se realiza desde épocas muy remotas con la intención de mejorar su conservación, así como para potenciar algunas de sus cualidades nutritivas y terapéuticas, este proceso reduce la cantidad de fitatos, compuestos naturales que impiden que los minerales pasen a la sangre y sean absorbidos por el cuerpo, por lo que, los granos germinados son más nutritivos y son más digestivos.
En el caso de la alfalfa, esta es una planta herbácea de la familia de las leguminosas, originaria de Asia y África del Norte. Es fuente de aminoácidos, los componentes de las proteínas, carbohidratos, grasas poliinsaturadas, fibra, vitaminas A, C, B, 9, E, K, ácido fólico y minerales como el potasio, magnesio, calcio, hierro, zinc, enzimas, flavonoides y clorofila.
Beneficios del germinado de alfalfa:
– Controla el colesterol: Se ha determinado una correlación entre la alfalfa y la disminución del colesterol al dificultar la absorción del colesterol en el intestino.
– Vitaminas y minerales esenciales: Aporta vitamina K, D, C, Biotina y ácido fólico.
– La vitamina K está encargada de transportar el calcio a los huesos y que este no se deposite en lugares inadecuados. Además, favorece la coagulación de la sangre.
– Vitamina D: Tiene un papel clave en la salud general, nuestro cuerpo la produce ante el contacto con la luz solar, pero muy pocos alimentos la contienen. Tiene importancia en la asimilación del calcio, el fósforo y sobre todo, se ha relacionado la deficiencia de vitamina D y con muchas enfermedades como la obesidad, diabetes, depresión, hipertensión, demencia, alergias, cáncer y enfermedades reumáticas inflamatorias como la artritis reumatoide.
– Vitamina C: Ayuda a combatir los resfriados, gripes, es esencial para la síntesis y conservación del colágeno, que es la proteína más abundante en el ser humano, pues representa entre un 25% y un 35% del contenido total de las proteínas del cuerpo por lo que participa en el crecimiento, la reparación de los tejidos como la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
– Combate la anemia: Por su alto contenido en hierro y clorofila. La clorofila tiene una estructura molecular muy similar a la hemoglobina y esto ayuda a la regeneración de glóbulos rojos.
– Ayuda a adelgazar: Su alto contenido en fibra ayuda a sentirte saciado, tiene un aporte calórico muy bajo y facilita la digestión. También contiene niacina, que ayuda a metabolizar las grasas, eso significa que las convierte en energía.
– Equilibrio hormonal: La alfalfa puede actuar de forma similar al estrógeno, por lo que puede ayudar a corregir una deficiencia en esta hormona, como en los casos de menopausia. Por esta misma razón, no se recomienda su uso durante el embarazo ni si se utilizan anticonceptivos hormonales, ya que puede restar efectividad.
¿Cómo incluir los germinados de alfaalfa en la alimentación?
Son refrescantes, tiernos y sabrosos. Resultan sencillos de preparar y se pueden comer crudos, solos, con salsa, en ensaladas, salteados, en tortillas o como ingrediente de gran diversidad de platos cocinados.
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