La rigidez y el dolor articular son síntomas comunes en las personas con artritis reumatoide de mano, sin embargo, algunos señalan que también experimentan calambres musculares en las manos.
Esta sensación ocurre generalmente sin previo aviso o como consecuencia de un brote; los músculos de la mano se ponen rígidos, causando dolor y calambres.
La inflamación en las articulaciones provoca espasmos en los músculos adyacentes a las articulaciones, que es probablemente la razón por la que las personas tienen calambres en las manos. Tal vez los músculos tienen que tirar más fuerte, debido a la fricción en una articulación artrítica. El cartílago normal elimina la fricción, pero en la artritis reumatoide está dañado.
Hay una serie de factores que contribuyen a frecuentar los calambres en las manos (tanto si se tiene artritis como si no), por ejemplo, la deshidratación, la deficiencia de vitamina D y los movimientos repetitivos.
Las compresas calientes pueden ayudar a relajar los músculos de la mano, lo que puede mejorar los calambres. Utiliza un paño caliente en tu mano durante unos 10 minutos, pero no más de 20.
El fortalecimiento de los músculos de la mano también puede ayudar a prevenir los calambres. Asesórate con tu médico o tu fisioterapeuta.
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