Las semillas germinadas han formado parte de las ancestrales culturas culinarias de todo el mundo, en Asia, (China y Japón) cuna de los germinados, se consumen en la alimentación regular, siendo una buena manera de consumir vegetales frescos y premiarse no sólo con su delicado sabor, sino con su poder antioxidante y revitalizante.
Las semillas, al ponerse en remojo, duplican su volumen, la cáscara se ablanda, se abre y las enzimas se activan gracias al agua y al oxígeno. A los pocos días de conservarlos en un ambiente húmedo y cálido, los brotes se van alzando hacia la luz, en un proceso de intensa labor metabólica que transforma y aumenta los nutrientes que atesoran los granos en su interior, siendo estos de más fácil digestión.
Cuando usted consume germinados los hidratos de carbono son predigeridos por las enzimas, que los transforman en azúcares simples más asimilables, las grasas en ácidos grasos y las proteínas se descomponen en cadenas más simples y por tanto, más aprovechables. Las vitaminas se multiplican y los minerales se vuelven más fáciles de asimilar. Además, se activa la clorofila, de alto poder antioxidante.
Son muy beneficiosos para la salud, pues su consumo regular regenera la flora intestinal, mejora la digestión,son reconstituyentes, remineralizantes, desintoxicantes, estimulan el metabolismo y los jugos pancreáticos, fortalecen las defensas y apenas aportan calorías. También potencializan la producción de leche materna, regulan del sistema endocrino, entre otros beneficios.
¿Qué semillas se pueden germinar?
Se puede germinar la mayoría de las semillas, incluidos los cereales y las legumbres, con tiempos de remojo y crecimiento diferentes.
- Semillas: Fenogreco, rábano, remolacha, cebolla, puerro, girasol, calabaza, mostaza, sésamo, berro, alfalfa. El remojo ha de ser suave para que no se enmohezcan y se pudran.
- Cereales: Trigo, avena, trigo sarraceno, cebada, mijo y arroz. Necesitan algo más de remojo, salvo la avena.
- Legumbres: lentejas, judías mungo, soja, garbanzos, alubias. Son más duras, por lo que el remojo ha de ser mucho más largo. Conviene escaldarlas ligeramente tras la germinación. Son más fáciles de digerir que secas.
Algunos consejos:
– Pueden ingerirlos en ensaladas, bocadillos, tortillas y otras formas.
– Evite cocciones prolongadas para que no pierdan sus cualidades, agregando los germinados instantes antes de servirlos.
– La mejor forma de aprovechar el valor nutritivo de las legumbres es comerlas germinadas crudas. Pero si queremos cocinar judías secas, se pueden hacer germinar levemente con anterioridad: serán más digestivas, nutritivas y se cocerán más rápidamente.
– Puede usar las especias en forma de germinados como las de cebolla, cebolletas, cebollinos, hinojo, o fenogreco, ajo, mostaza y cilantro.
– Se pueden mezclar varios tipos de germinados, así descubriremos nuevos sabores y obtendremos más beneficios nutricionales.
– Las semillas que no germinen deben desecharse.
– Las semillas de solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, patata, etc.) resultan tóxicas y no se pueden hacer germinados de las mismas.
Aprenda a hacer sus propios germinados en el hogar para su alimentación diaria.
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