Artur Más y el Congreso de los ratones

Una fábula es un pequeño relato con el que se pretende enseñar una moraleja, normalmente lo protagonizan animales para que sea más ameno y más divertido para los niños. Se escriben fábulas desde el siglo VI a.c (Esopo). En España, en la época de la Ilustración y del Neoclasicismo, aparecen dos escritores, Tomás de Iriarte (1750-1791) y Félix María de Samaniego (1745-1801), muy influenciados ambos por el poeta francés Jean de la Fontaine (1621-1695), que destacó un siglo antes que los españoles en el género de la fábula.

Mi padre me legó varios libros de fábulas y estos días me venían varias a la cabeza, sobretodo porque están siempre de moda y se pueden aplicar a lo que pasa en nuestros días. En concreto me ha venido a la mente la fábula de Samaniego llamada “Congreso de los ratones”, dice así:

Desde el gran Zapirón, el blanco y rubio, 
Que después de las aguas del diluvio
Fue padre universal de todo gato, 
Ha sido Miauragato
Quien más sangrientamente 
Persiguió a la infeliz ratona gente. 
Lo cierto es que, obligada
De su persecución la desdichada, 
En Ratópolis tuvo su congreso. 
Propuso el elocuente Roequeso 
Echarle un cascabel, y de esa suerte 
Al ruido escaparían de la muerte. 
El proyecto aprobaron uno a uno, 
¿Quién lo ha de ejecutar? eso ninguno. 
«Yo soy corto de vista. Yo muy viejo.
Yo gotoso», decían. El concejo
Se acabó como muchos en el mundo. 
Proponen un proyecto sin segundo: 
Lo aprueban: hacen otro. ¡Qué portento! 
Pero ¿la ejecución? Ahí está el cuento.

Y es que es la mejor forma de que los catalanes se den cuenta de la situación tan complicada en la que les están poniendo una panda de cobardes, porque les empujan a salir a la calle, a votar y luego ellos no tienen el valor de dar el paso. Artur Más amenazó con un referéndum y no lo hizo, amenazó con una ruptura y no la hizo, amenazó con encabezar una lista por la independencia y no lo hizo, amenazó con que si ganaban el mal llamado “plebiscito catalán” (las elecciones del pasado domingo) anunciarían la declaración unilateral de independencia…¿lo ha hecho?. Artur Más es el ratón más viejo y mas listo del Congreso de ratones, por eso él nunca le echará el cascabel al gato, porque es tan listo como cobarde y tan zorro como gallina, seguirá jugando a este juego en el que se tapan las noticias de corrupción de su partido político y de su padre político, Jordi Pujol, para que nadie le vea como un corrupto y un fracaso, sino como un líder de la futura Catalunya Lliure y un mártir de la causa contra la España opresora. El problema para usted, señor Más, es que los ratones tienen mucho trabajo y parece que se están dando cuenta de que el gato no es tan malo como lo pintan. Nota: si te gusta el artículo, por favor, compártelo con tus amigos simplemente haciendo “click” en alguno de los botones de aquí debajo. Gracias