Siempre fue una persona muy religiosa pero en la obra de Arvo Pärt esa temática no se hizo central hasta la década de los ochenta. Tiene que ver, claro, que una de sus primeras obras con foco en la religión, su “Credo”, fuera prohibida en la antigua Unión Soviética. Buscando una mayor libertad creativa el compositor se trasladó a Viena en 1980 y un año más tarde a Berlín. Allí comenzó a escribir música centrada en su fe hasta elaborar una extensa obra religiosa que está entre las más destacadas de su género de las de los artistas contemporáneos.
A su llegada a Austria el compositor firmó un primer contrato con Universal Edition, quizá la editora más importante de música contemporánea desde su creación en Viena en 1901 pero de cara a la popularización de su obra, el momento clave fue su asociación con el sello ECM de Manfred Eicher. Sucedió en 1984 y supuso el inicio de una fructífera relación que aún hoy sigue dándonos grandes obras.
Precisamente es uno de los discos publicados por ECM el que traemos hoy aquí. Recoge cuatro obras del periodo 1985-1991 y apareció dentro de la colección “New Series” que el propio Pärt inaugurara en 1984 con “Tabula Rasa”. La grabación corre por cuenta del Estonian Philharmonic Chamber Choir y la Tallin Chamber Orchestra dirigidos por Tono Kaljuste.
Arvo Pärt y Manfred Eicher
“Te Deum” - Nace como un encargo de Radio Colonia y es una de las obras religiosas más importantes de su autor. En ella utiliza técnicas procedentes de la música antigua, desde el canto polifónico renacentista hasta la música bizantina (utiliza, por ejemplo, un arpa eólica a modo de “drone” durante toda la pieza). Como ocurría en su “Passio” y se repetiría más tarde en el “Stabat Mater”, Pärt alterna las partes corales con las instrumentales en buena parte de la obra. El ritmo de la música está determinado por el propio texto y la puntuación del mismo define la duración de las notas. La parte final de la obra, en la que ambos coros se unen y aparece el piano preparado es de una gran fuerza y luminosidad constituyendo así uno de los momentos más brillantes de la obra de su autor. Pese a todo, su “Te Deum” es una composición que no ha sido grabada en muchas ocasiones por lo que entra en la categoría de piezas a reivindicar.
“Silouans Song” - Pese a lo que su título podría hacer pensar, esta obra de 1991 es completamente instrumental (de hecho, es la única de esas características de todo el disco). Es una obra para cuerdas que se relaciona con otras similares de ese mismo periodo del compositor estonio como “Trisagion” de 1992 o los distintos arreglos de la coral “Summa” realizados para diferentes combinaciones de instrumentos de esa familia.
“Magnificat” - La siguiente composición para coro, escrita en 1989, es, si hacemos caso a Paul Hillier, “uno de los ejemplos más refinados de la técnica del “tintinnabuli” compuestos por Pärt”. El gran número de grabaciones existentes de la obra le da la razón.
“Berliner Messe” - Siendo, como hemos dicho ya, una persona muy religiosa, lo cierto es que Pärt no ha escrito muchas misas. De hecho esta sería la segunda tras su “Missa Sillabica” de 1977. En 1990, el músico recibió el encargo de escribirla para la 90ª celebración del “Katholikentag” en Berlín. La particularidad de la misa es que está escrita para Pentecostés por lo que incluye tres movimientos no habituales en la liturgia tradicional, especialmente el “Veni Sancte Spiritus”.
La belleza y profundidad de la música de Arvo Pärt es tal que no nos cansamos de recomendarla. Su atemporalidad y serenidad la hacen, además, especialmente indicada para tiempos como estos en los que la razón parece atravesar sus horas más bajas. Siempre que tengáis un momento para hacerlo, buscad a Pärt. Es un refugio seguro como no hay muchos.