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Asad y la tendencia argentina de la nula autocrítica

Publicado el 08 agosto 2011 por Marianofusco

Asad y la tendencia argentina de la nula autocrítica

Pusieron dos micros en la mitad de la cancha. Con este tipo de planteos el fútbol argentino se muere. Se hace muy difícil jugar así. Le hace mal al fútbol esto”

Primera lectura: San Lorenzo le rindió un tributo al Barcelona, se cansó de tirar paredes, asfixió, presionó y bombardeó a Lanús. ¿Ah, no? No. Para nada. San Lorenzo redondeó una actuación mediocre, no gustó, no tuvo coordinación en sus líneas (sobre todo, no tuvo conexión entre el medio y los de arriba), no generó juego colectivo y se defendió pobremente, dando como resultado el gol de Lanús -Bazán hizo todo lo posible para hacerse el gol en contra-. Se vio la intención de jugar como el manual de estilo de Asad dicta, pero no se materializó, más allá de que demostró actitud para luchar el partido hasta el último minuto.

¿Mereció el empate? Sí, lo mereció, pero no por haber sido un tornado de fútbol ni por haber superado considerablemente en el juego a su rival, sino porque este gris Lanús se retrasó y le puso la alfombra para que, con poco, se asomara, sin llegar con jugadas elaboradas, al arco de Marchesín. Hay diferencias grandes entre pelotear a un rival producto del buen juego desenvuelto y llegarle porque el rival regala el terreno y se planta cerca de su arquero. Si Asad compra su propio discurso, se estaría engañando, más allá de que hubo algunas cosas positivas -la dupla Ortigoza-Kalinski, intervenciones de Chávez y la potencia de Gigliotti-.

Lanús no fue el equipo alegre que lideraba el hoy colgado Valeri -tampoco está Pelletieri y Camoranesi se retiró lesionado al principio- y que peleó hasta el final del torneo pasado. Convirtió el gol, que ni siquiera fue autoría de un jugador granate, y se replegó a esperar. Esa táctica básica, de escaso vuelo futbolístico, pero válido como recurso, es la misma que Schurrer bastardeó y menospreció cuando perdió el clásico con Banfield: “Lanús fue el único que intentó jugar. Banfield apostó a otra cosa y le salió bien, nada más que eso”. A Lanús también le salió bien y nada más que eso esta vez y le tocó ser el atacado.

Nula autocrítica de Asad sobre la inoperancia de su equipo -pobre Turco, apenas le habrán llegado dos jugadores de los que pidió para reforzar un plantel escaso-, como en su momento pasó con el mismo Schurrer. Siempre es más fácil enfocarse en lo ajeno para vender excusas y traspapelar las deficiencias propias, minimizando al de enfrente, sin detenerse en los errores propios. ¿Conocen algún conjunto que regale los goles y busque entregarse en defensa? Seguramente no. Si el rival te pone los dos camiones, pasa por vos resolver como saltarlos y encontrar las variantes. Los dos jugaron como para lastimar al fútbol y los ojos de los que nos animamos a ver el partido. Al espectáculo le hace mal la mezquindad y poca ambición, pero también que no se den tres pases seguidos. Basta de excusas.


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