Revista Libros
"Asfáltica" de Aránzazu Hernández
Publicado el 03 junio 2015 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendoSinopsis
El libro de Poesía Asfáltica es un símbolo. Es el cuerpo de una mujer invisible que vaga por la ciudad de Madrid. Es un viaje imaginario por el asfalto que une la memoria a la inconsciencia. Un viaje delimitado por fronteras que, a su vez, forman otros viajes concéntricos alrededor de un ombligo habilitado para escuchar. Sin testigos. Porque tú, al estar ahí, ya formas parte también de ese viaje.
Versos eclécticos apuntando a varias direcciones, arrojados desde el anonimato con un lenguaje compulsivo. Monólogos de un asfalto umbilical, como hilos que abren el vientre sobre el viento de una ciudad. Una acumulación de laberintos, alfileres y coartadas de una ojera crónica en el sudor. Una forma de fabricar la poesía desde la percepción, y viceversa.
Asfáltica. O la cronología de pasos sin tiempo que van enlazando paradas en el espacio de la imaginación. Palabras que han ido sufriendo revoluciones a lo largo de los años desde los ojos de una mujer efímera y transversal en el territorio de la emoción.
Asfáltica tiene mirada de mujer, pero también es una raíz, un residuo, un prisma, un sensor, un edificio, una sombra, un tablero sobre el que echar a rodar vísceras y exilios. Es un todo pequeño y dividido en grandes nadas, porque la realidad no sirve si no está hecha de los paisajes que magnificamos a la hora de mirar.
Asfáltica nació con monólogos para ser, para estar, para desanclar, para darle más sinónimos a la náusea y respuestas a la sensación. Ahora suelta sus zapatos con la lírica de quien no tiene nada que perder. Asfáltica quiere llevarte a ella sin que lo sepas. Y luego verte marchar.
Datos Técnicos
Editorial: Luhu Editorial
Número de páginas: 196Encuadernación: Tapa blandaISBN: 9788494349256Año de edición: 2015Precio: 13€
Sobre el autor: Aránzazu Hernández
Impresiones
La poesía es un género para sentir, para las almas más sensibles, aunque es también una fórmula que tiene mucho que aportarnos sobre el mundo. A propósito de esta idea, aun leía en la revista Que Leer del mes de abril que no se le da la importancia que se debiera y que ya desde la infancia se denigra a favor de la narrativa. Por eso, no es de extrañar que sean muchos los que alertan de un ‘poesicidio’ de esa muerte de la poesía, y más cuando la lectura parece una forma de entretenimiento que pierde valor con respecto a los productos multimedia. Curioso panorama se nos manifiesta para los letraheridos que creemos en la fuerza de las palabras. Pero seguimos apoyándonos los unos a los otros, en un claro afán de supervivencia, de soñar con las conjunciones y el devenir de las palabras en la mente.
Esta reflexión me viene a la mente al descubrir el poemario de Aránzazu Hernández, Asfáltica, editado por Luhu, y que propone una poesía con garra de mujer, de palabras impregnadas del fango donde el amor, el sexo y el desamor se mezclan hilándose a partir del asfalto. Las calles de Madrid y el pavimento son una metáfora de todo lo prohibido, de nuestras vivencias que pronto se convierten en sueños, de los placeres y del amor.
La autora habla en el prólogo de la soledad en la que nace la poesía, del simbolismo que esta entraña, y nos promete que no nos viene a hablar de logros ni fracasos sino de “repetir procesos de aprendizaje entre cigarro perdido y cigarro en celo”, y tras muchas palabras que son poesía, Hernández nos advierte que:
“Esto es solo un viaje imaginario por el asfalto que une la memoria a la inconsciencia. Un viaje delimitado por fronteras que, en ellas mismas, forman otros viajes concéntricos y alrededor de un ombligo habilitado únicamente para escuchar”.
Esta madrileña nacida en 1978 en Madrid entendió desde bien pequeña que los papeles y las letras podrían convertirse en el universo y en la habitación de una personalidad introspectiva. Este poemario nace de todo lo que ella tenía escrito y guardaba en sus libretas. Los elementos de cohesión son el asfalto y Madrid, una ciudad que influye en la creación de una determinada atmósfera.
Asfáltica es un poemario de palabras tabú, en donde los sentimientos se mezclan y entremezclan para proponernos un camino donde el amor y la ilusión del comienzo culminan en hastío y recuerdos. Aunque es mucho más, y por eso os dejo una cata de lo que podréis encontrar versos tan diferentes como:
“No es ningún sentimientoEs escuchar juntosEl estallido en silencioDe la yugular”
“Tan solo la memoriaInterfierePara arañar los labiosQue me dejaste abiertosLos de arribaY los de abajo”
“Porque todo es cuestiónDe tomarse el tiempoComo un besoRobarlo a escondidas Detenerlo en los pulmones”.
Reseñado por Tensy Gesteira
Si quieres hacerte con un ejemplar, puedes hacerlo desde el siguiente enlace: Asfáltica