Cuatro de los cinco denominados grandes (queda claro que este rótulo es sólo por historia que supieron escribir) no están siquiera entre los diez primeros equipos del Clausura 2010. Y no por apuntar los cañones hacia otra prioridad, porque ninguno participa de la Copa Libertadores. Más bien todo lo contrario, destilan pena en pleno naufragio, ubicados en fila en los últimos casilleros. El único que se exime de la mediocridad es Independiente, líder del certamen. Ya no se puede decir que sea una sorpresa, sino una confirmación del hundimiento que venían construyendo. Tan ruinosos están Racing, River, San Lorenzo y Boca que tienen más derrotas que victorias.
Independiente, sin hacer culto de la belleza estética, mantiene su regularidad y exprime los momentos en los que tiene que dar la estocada y resistir gracias a la gran performance de Gabbarini en el arco -Fuertes le cortó su racha después de 5 encuentros con la valla clausurada-. Tiene sus altas y sus bajas dentro de un mismo encuentro, así como las tienen Piatti o Gandin -encendidos o desaparecidos-, pero, como ya dijimos varias veces, ser regular, templado y efectivo alcanza de sobra para marchar en el primer lugar del fútbol argentino.
Tabla: Canchallena