Revista Ciencia
La cosa está así:
1. España vio reducidos los ingresos vía impuestos por la crisis económica y vio aumentados sus gastos por desempleo, con lo que se coloca en déficit. Hay que (i) reducir los gastos, (ii) aumentar los impuestos, (iii) pedir prestado en el mercado o (iv) pedir prestado a algún benefactor. La tercera posibilidad es suicida, como dice la prima de riesgo. Para hacer (iv) hay que convencer al benefactor (Alemania, FMI,...) de que no lo derrocharemos. Hasta entonces nos quedan (i) y (ii). Cómo combinar esas dos opciones y qué impuestos o gastos tocar es, en buena medida, opción política. Pero, por favor, sin demagogias (eliminar el Senado puede estar bien, pero ahorrará muy poco) y con sensibilidad (aumentar el tramo alto del IRPF tampoco va hacer que recaudemos mucho más, pero no solo ayudará, sino que también es de justicia que la gente sienta que se reparten los esfuerzos). Y no, por mucho que lo intentemos no vamos a hacer aflorar toda la economía sumergida de la noche a la mañana. Hay que intentarlo, claro, pero hay que ser realistas con los objetivos.
2. La razón del alto coste de la prima de riesgo es que, a pesar de que la deuda española no es particularmente elevada y de que hay planes de control del déficit, está siempre latente el rescate bancario. Lo dije aquí hace año y medio
En la época de bonanza pudimos haber bajado la deuda a cero. Se bajó del 70 al 40% del PIB, lo que no está nada mal y, en su momento, parecía más que suficiente. Si hubiéramos llegado al 0% ahora podríamos pedir prestado sin problemas, pero para eso ya es muy tarde (aprendamos para la próxima). Si el gobierno hubiera dicho que no se rescataba ningún banco, también podríamos estar mucho más holgados. pero ya llevamos ocho (desde la CAM hasta Bankia, pasando por otros menores). Parece que también es tarde para eso.
3. Sala i Martín tiene algunas ideas, pero no es optimista, parece que es también tarde:
4. Hasta aquí puedo leer. A partir de aquí son decisiones políticas, para las que no tengo una bola de cristal. Sobre todo se trata de convencer a Alemania. Yo creo que Alemania se dejará convencer si (i) ve que la reducción del déficit es seria y (ii) ponemos orden de una vez en el sistema bancario (poniendo claramente los valores reales de los activos, dejando de hacer fusiones de dos bancos malos para hacer uno malísimo y dejando caer a algunos insolventes).
En contra de lo que se oye en mucha teoría conspiranoica que hay por ahí, yo creo que a Alemania le trae bastante sin cuidado si reducimos el déficit con más impuestos o con menos gastos. Lo que quiere es que, si va a poner unos euros sobre la mesa (o si va a tolerar una inflación más alta para beneficio de los periféricos), que sea sabiendo que, para ella, es mejor el coste que el remedio, que pagaría ella, y recordemos que su enfermedad, con muy poco desempleo, sin prima de riesgo y con leve crecimiento, es mucho más llevadera que la nuestra.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------Hace tres años en el blog: La razón moral en pie de igualdad.Y también: Rawls, su velo de la ignorancia.------------------------------------------------------------------------------------------------------------