Así habló Zaratustra: el manga, de Friedrich Nietzsche

Se ha dicho que Así hablaba Zaratustra puede considerarse como la contrafigura de la Biblia... Herder | 23 de Marzo de 2011
Tomo único | 199pp | Blanco y negro
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Así hablaba Zaratustra, recoge en forma de aforismo lo esencial de la filosofía de Nietzsche, destinada a la creación del superhombre. Se ha dicho que Así hablaba Zaratustra puede considerarse como la contrafigura de la Biblia, y constituye un libro de cabecera para quienes buscan la Verdad, el Bien y el Mal.

Friedrich Nietzsche fue uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX. Su obra sigue siendo estudiada hoy en día en todo el mundo, como un pozo de sabiduría, reflexiones y sobre todo, una feroz crítica hacia la sociedad. A pesar de los años que han transcurrido desde su “Así habló Zaratustra”, hoy en día se pueden aplicar absolutamente todas las situaciones que allí aparecen. Ahora, para atraer a un público diferente y distinto de la filosofía, la editorial Herder ha comenzado a traer lo que llamamos “manga filosófico”, una suerte de seinen que adapta ensayos y poemas épicos de filósofos a nuestro tiempo, en formato manga, lo que es aún más novedoso.

La primera vez que me aventuré en un manga filosófico, fue en “La divina comedia”, de Dante Alglieri. Mi primera experiencia fue vitalizante y muy constructiva. Saqué en claro que el manga podía llegar a ser una herramienta influyente en las aulas de filosofía para principiantes, un aliciente para querer investigar más y para acercarte a un complicado y denso mundo que se esconde tras todo este entramado de siglos y siglos de reflexiones. Fue tan buena mi opinión general, que quise comprobar por mí mismo qué se sentía leyendo “Así habló Zaratustra”, la gran obra de Nietzsche, trazada bajo las manos de un estudio de animación japonés. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme a Zaratustra engalanado con un diseño más bien shounen (un alterego de Bleach) y una actitud deleznable para con su hermano, sobre quien pesan los rumores sobre su condición de adoptado. La familia de Zaratustra no podía ser más cristiana: se trata del párroco de la iglesia y su esposa, y como único trabajo, se dedican a pedir el diezmo a sus fieles, los cuales pronto comenzarán a ahuyentarse de la parroquia por la impertinente actitud de Zara (como lo llaman cariñosamente). Cuando los problemas comienzan a hacerse mayores, los rumores alcanzan a toda la familia, ya no sólo su pobre hermano, dócil y fiel, y la madre de Zara, para atajar con los problemas, termina admitiendo frente a los fieles que encontraron a Zara, llorando en plena calle, dentro de una cesta. Así es cómo descubrimos que Zara es realmente el hijo adoptado de la familia, y a partir de ese momento, su vida se tuerce irremediablemente. Cuando los años pasan y vemos a Zaratustra convertido en un vándalo al más puro estilo de “La Naranja Mecánica” (es más, hay una escena totalmente inspirada en la película de Stanley Kubrick en la que Zaratustra patea con un bastón a un mendigo que duerme en plena calle, ayudado por sus amigotes traicioneros), nos llega a sorprender la rabia que reina en su interior, por donde el autor transmite su pensamiento revolucionario. La fiera crítica hacia la hipocresía de la iglesia y la introducción del pensamiento del Yo que Nietzsche mantenía, se ven manifestadas en mitad del manga, con virulencia e ímpetu, tan impetuoso como el propio Zaratustra. El segundo elemento filosófico importante es el concepto de “las tres transformaciones”: el espíritu se convierte en camello, a su vez éste se convierte en león y finalmente, el león en niño. Por último, acabamos este manga filosófico, tratando de entender el difícil concepto de “el eterno retorno”. Todo esto se encuentra en el verdadero poema de “Así habló Zaratustra”, pero el cometido de este manga es acércanos de manera amena a un mundo realmente complicado de entender. Aún a pesar de todo, no llegué nunca a entender el final del manga.

Sin embargo, hay algo que criticar en este manga filosófico, y por ahora, en todos los que están saliendo en la colección de Herder: son mangas, por lo tanto, deberían leerse de manera oriental, no occidental. No están respetando la lectura original y eso aleja al público, en vez de acercarlo. Cuando alguien quiere de verdad saber lo que es un manga, debe aceptarlo tal y como es. Hay que entender que esto no es un simple “cómic”. Es una pérdida de tiempo darle la vuelta a todo para que encaje con nuestra forma de pensar, porque al final, es adaptar algo extranjero a nuestro sistema. La gracia está en disfrutar hasta del envoltorio.

El manga filosófico en España ya es una realidad, y es una realidad que me gusta palpar en mi estantería. Me gustaría encontrar todos los títulos que se han publicado en Japón y disfrutarlos en español aquí, en mi casa. Así, también podré recomendárselos a cualquiera que tenga fe en mi opinión, porque si algo me gustó de Así habló Zaratustra, es que muchas de las cosas que profetizó Zara en su indignación, son las que están ocurriendo hoy en día, en nuestra propia realidad.

Nació en Röcken el 15 de octubre de 1844 y que falleció en Weimar el 25 de agosto de 1900. Considerada una de las figuras más relevantes de la filosofía moderna, Paul Ricoeur lo definió como uno de los tres maestros de la “sospecha”, junto a Marx y a Freud, ya que cuestionó todos los valores morales tradicionales al introducir conceptos como la voluntad de poder, el superhombre, el eterno retorno y el espíritu dionisíaco. Hijo de un pastor evangélico, creció en un ambiente marcadamente femenino, bajo la influencia de su madre y su hermana Elisabeth. Aunque comenzó a estudiar teología, abandonó esta carrera para centrarse en la filología, y con sólo 25 años ya era catedrático en la Universidad de Basilea. Fascinado por las posibilidades del arte y de la música, y gran admirador del compositor Richard Wagner, escribió su obra El nacimiento de la tragedia, concebida inicialmente como estudio filológico pero que resultó ser un complejo análisis estético y moral de la representación del arte. Nietzsche criticó duramente la tradición judeo-cristiana, e, influido por Schopenhauer, se acercó cada vez más a un nihilismo que rechazaba los trascendentales morales y espirituales, si bien de una manera más optimista y constructiva que éste mediante su perspectiva vitalista. Tras su ruptura con Wagner al presentar éste la ópera Parsifal, se vuelve cada vez más crítico para con el arte y la metafísica, desarrollando sus ideas en obras revolucionarias como Así habló Zarathustra. Sufriendo de diversas enfermedades y desórdenes mentales, estuvo en varios sanatorios hasta retirarse finalmente con su hermana Elisabeth hasta su muerte. (Fuente: Lecturalia)