Como muchos de vosotros ya sabéis, en Asturies hace años que se están realizando "controles" poblacionales de lobos. La palabra "control" es una forma aséptica y que da un barniz cuasicientífico a lo que cualquier persona llamaría una matanza indiscriminada en la que no se usan dardos tranquilizantes ni se eutanasian los animales después de capturarlos.
Estos llamados "controles", que también se realizan dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, consisten básicamente en disparar a cualquier lobo que se ponga a tiro. El oscurantismo sobre esta actividad es casi absoluto y aunque teóricamente se establecen unos cupos de captura, lo cierto es que al igual que ocurre con otras especies "controladas", como los cormoranes grandes, el cupo sólo es una escusa sobre un papel para eliminar a todos los animales que se pueda.
Me acaban de pasar un vídeo en el que a pesar de la mala calidad de la grabación se ve perfectamente cómo matan a un lobo ibérico, sin escrúpulos y jactándose de la pericia del cazador y del operador de cámara (os aconsejo que activéis el volumen del ordenador para oír los comentarios). En el vídeo no se ve a los autores, por lo que no se puede afirmar si se trata de un furtivo o de un guarda haciendo "un control". Incluso no se puede descartar que sea un aguardo en una jornada de caza legal en alguno de los lugares de España en los que se permite la caza de esta especie. De todas formas, el método empleado en los tres casos es el mismo, un disparo a traición.
Antes de que lo veáis, os aviso de que no es nada agradable.
Esta es la cara oscura del Paraíso Natural, la que no se enseña en los folletos ni en los spots promocionales, la que quiere animales salvajes, pero que no molesten. Ya sabes, puedes escoger la pastilla roja y ver lo que realmente está pasando o escoger la pastilla azul, pasar de este artículo y ver otras entradas del blog. Tu decides.