Foto de : Lola Montalvo Cuando una persona comienza con el tratamiento de diálisis siente que ha establecido una dependencia con la máquina o con el catéter, con los horarios, con los medicamentos, con los médicos, hospitales ... en fin, que tiene que cambiar su vida anterior, sus costumbres y sus hábitos. Dependiendo de la edad, profesión, cultura, estado general físico y psicológico, ánimos etc... esta dependencia se dará en diferentes grados.También dependerá del tipo de diálisis, del horario, del tipo de fístula, del catéter. Estos cambios en la vida del enfermo renal podrán ser: restricciones en la ingesta de líquidos, dieta estricta, dependiendo del anterior trabajo abandono o reducción de jornada, control médico permanente, ingresos hospitalarios, planear con mucha antelación los viajes de ocio, tomarse la vida con más calma... Lo más probable es que al principio todos estos cambios deriven en problemas como dependencia familiar, disminución de ingresos económicos, falta de interés, apatía, deterioro de su imagen corporal, baja autoestima, depresión, disminución de la actividad sexual... Pero esta actitud debe cambiar, poco a poco, ya que con la diálisis el paciente puede llevar una vida casi normal y es conveniente mantenerse activo e ir superando y adaptando todos los cambios que le llegan. La personalidad o el carácter de la persona es muy importante a la hora de afrontar cualquier problema y obstáculo que se presenten, ya que no todo el mundo sabe adaptarse a la situación de una enfermedad crónica del mismo modo. Hay pacientes que no quieren ver la situación real en la que se encuentran, que cierran los ojos, que no quieren intentar salir del hoyo en el que han caído, y muestran ansiedad y depresión, por lo que es necesario que acudan a un psicólogo para ayudarles a superar este trauma y salir de ese estado depresivo. Como he comentado alguna vez, el enfermo renal pasa por varias fases una vez conocido el diagnóstico de su enfermedad. También cuando se comienza con la diálisis pasa por un proceso parecido:
Por supuesto, que todo el mundo no pasa por esas fases, y también con el paso del tiempo hay variaciones del estado de ánimo, con épocas buenas, alegres y llenas de optimismo, con otras de apatía y de tristeza. Mis consejos, basados en mi experiencia, son:
|