Revista Comunicación

Atascados en el mercado laboral

Publicado el 17 febrero 2016 por Jose Salgado @exelisis

Miércoles 17 de Febrero del 2016

Hace ya muchos años Renault lanzó un anuncio con una palabra clave que marcó una época: JASP. Durante mucho tiempo vivimos con este concepto que la juventud que venía tenía las aptitudes, actitudes y conocimiento suficientes como para sustituir a las generaciones que les precedían. Este anuncio era de los años noventa, más o menos, y ahora, casi veinticinco años después, nos encontramos que el 45% de los trabajadores son mayores de cuarenta y cinco años. Parece que al final, los JASP tienen trabajo y la profecía de ese anuncio era correcta.

Pero si miramos más a fondo los datos, y si has visto el vídeo, hay un parámetro que no acaba de cuadrar. En el anuncio la protagonista era una mujer, pero según los datos ellas tienen muchos más problemas a la hora de encontrar trabajo pasada cierta edad. Parece ser que lo que es relativamente más sencillo para un hombre, para una mujer es misión imposible, lo cual no tiene ningún tipo de lógica ya que no encuentro ningún dato que de validez lógica a esta segregación. No puede ser por formación, no puede ser por capacidad, y el argumento de que va a ser madre o cuidar a sus hijos, no es aplicable porque lo más normal es que con cuarenta y cinco años los hijos ya son lo suficientemente mayores como para ser autónomos.

No soy economista, y ahora estoy en el autobús y no tengo conexión a internet, así que no puedo buscar información sobre el paro juvenil, pero según recuerdo era de los más altos de la unión europea, con lo que se nos presenta un panorama bastante desolador y con un horquilla de edad para soportar los costes sociales de tener toda esta población sin trabajar.

Si por estos males no fueran pocos, las condiciones laborales no son como para tirar cohetes. Si con un sueldo de jornada completa no puedes mantener a una familia, yo apostaría por dejar de llamarlo trabajo y llamarlo putada. Podemos entrar a discutir si el empresario se aprovecha de la situación para ganar más dinero, o que si el empresario paga más, perdería dinero. Ahora mismo yo soy emprendedor y soy consciente de lo caro que es un trabajador, y de los riesgos que adquieres cuando contratas a alguien y que las tentaciones de ser tan duro con ellos como lo es la administración contigo es muy grande. Pero de nuevo, sino hay gente que tenga dinero en su bolsillo para gastar, no habrá nadie que pueda comprar los productos que fabrico.

Esto es un pez que se muerde la cola y el único que siempre sale ganando es el estado, que cobra al empresario, cobra al trabajador y nos vuelve a cobrar a todos a través del IVA y otros impuestos. Y si, estoy a favor de pagar impuestos para mantener un estado de bienestar, pero lo que no puede ser es que ellos siempre ganen y que no se adapten a las circunstancias de nadie. Un empresario se ha de adaptar a su mercado, un trabajador ha de negociar su salario, el estado dicta una ley y te toca seguirla, sea lógica o injusta, la obedeces y punto y a ver tenemos bemoles de hacer una huelga de impuestos que verás que comprensivo se muestran los inspectores.

No tengo claro cual es la solución a este problema, pero he estado en los dos lados y tengo una cosa clara. Como trabajador no me preocupa tanto la indemnización sino tener una buena cobertura cuando me despidan, y sobretodo, que encontrar un trabajo nuevo no sea una tarea titánica, y poder encontrar trabajo en un mes y con unas condiciones decentes. Por otra parte, como empresario, los costes que te toca asumir por trabajador son muy altos lo que implica que el rendimiento de cada uno ha de estar acorde con lo que le pagas al estado por él, que lo que el trabajado cobra en mano no es todo el coste. Además, el tener que estar haciendo contratos raros por si viene una crisis no estar atado y obligado a tener reservado un fondo para pagar despidos. En resumen, si contratar y despedir fuera más económico, y sobretodo, los costes de cada trabajador fueran menos, supongo que se crearían más contratos.

Pero esto es la teoría, seguro que habría un porcentaje de empresarios que abusarían de la situación y trabajadores que haría lo mismo. No hay que escandalizarse demasiado, ladrones y timadores los hay en todas las escalas sociales, el truco sería crear un sistema para detectarlos, y que las sanciones fueran en consonancia con lo robado o evadido.

En resumen, que se acerca mi parada, estamos atascados en un problema muy serio y que lleva a muchas familias a situaciones límites que ni mis padres, que han pasado por casi todo, recuerdan.


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