Me encanta sorprender a mis amigos, sobre todo cuando no son de Bilbao, y me toca a mi elegir restaurante. Esta semana, nos fuimos 5 amigos de cena a Atea, restaurante del grupo Zortziko. Fue una cena especial, nos jutábamos una pareja, otra amiga y J, el "nuevo".
No tienen una carta muy extensa en ensaladas, algo que me encanta para cenar, sobre todo si sale un dia de estos de bochorno en la city, que no hay nadie que aguante, asi que decidimos las chicas pedir unos pintxos como entrante, y los dos chicos, huevos con patatas y morcilla (sí, muy light todo). El txupito de gazpacho, con crujiente de jamón, no estaba malo, pero sin destacar nada en especial. Vamos que podía ser de bote, y nosotros sin saberlo. Sin embargo, el de salmón, y la croqueta estaban buenísimas. Esta última, hecha cuadrada en vez de forma cilíndrica como nos tienen acostumbrados, y con carne con un toque de pimentón, muy original, y sabroso. Los chicos se pusieron las botas con los tres huevos con morcilla y patatas, del cual acabamos picando todos. Delicioso, aunque para mi, ¡una bomba!
De segundo, pensábamos que los chicos pedirían algo ligero, después de meterse la cazuela de huevos con morcilla, y nos equivocamos por completo: entrecotte para cada uno. Yo alucino con el poder de digestión de ciertas personas a la hora de la cena...vamos, que me como yo eso, y me voy durmiendo por las esquinas. Nosotras, pedimos platos de lo más diverso: bacalao al pil-pil, hamburguesa y presa ibérica. Aqui es cuando entramos en debate los cinco, a ver qué era la presa ibérica, intentando explicar que al igual que el secreto ibérico, es una parte del cerco con infiltraciones de grasa entre los músculos, pero NO es secreto ibérico. En esto, que la camarera, me dice:
-"La carne, no es cerdo normal, es más jugoso, y poco hecho"
Ya, que ya sé lo que es, pero vaya, gracias por la aclaracion, asi por lo menos, no me arrepiento de lo pedido. La verdad es que no deberia comerlo, pero me encanta esta parte del cerco, así como el secreto ibérico, y ¡qué narices! el jamón en cantidades industriales. Una carne jugosa, al punto (que no poco hecha, como decia la camarera), con una crema que acompañaba, y algo de lombarda. Sin duda, un puntazo con el plato!
ATEAwww.atearestaurante.comPaseo Uribitarte, 4. Bilbao
EL hermano pequeño del grupo Zortziko, donde lo mismo puedes disfrutar del menú en tres tiempos (quizás un pelín caro para lo que es), o disfrutar de algo de picar y un plato principal para cenar, sin duda, mi mayor recomendación. Me gusta ese aire desenfadado del local, con las mesas altas, que se van cambiando según el numero de comensales, y donde acabas compartiendo mesa con cualquiera.Pues la cenita, sin postres, que ninguno pedimos por estar llenos, nos salió por unos 20 eurillos cada uno.
Los entrantes.
Los huevos rotos, venian sin romper.
¡Cerdito para mi!