De un concierto en la librería La Valeta del que volvimos sencillamente hechizados, a otro que ha sido este pasado fin de semana y al que ¡mecachis! por una maldita incidencia sanitaria familiar no pudimos ir. Y mira que íbamos bien, yo poniéndoles a mis hijos canciones de los pamploneses Nuevos Hobbies durante toda la semana, que ya empezaba yo a ver los efectos de ese saludable sirimi de pop bien compuesto y aún mejor cantado, pero he aquí que en la madrugada del viernes -mejor no preguntéis- acabamos con los médicos del 112 en casa, y a la porra nuestras posibilidades de asistir al concierto en ese lugar de cuento.
Me fastidia, no sólo porque útimamente empieza a dar gusto vivir en Pamplona (una ciudad que parecía condenada a ser lugar de parada únicamente para las giras de bandas tributo, anunciadas en muy tramposos carteles: en letras muy, muy grandes el nombre del grupo homenajeado -PINK FLOYD- pero si te acercas a las diminutas letras que hay encima descubres que pone algo en plan “Remembering…”), sino porque además creo que la reivindicación que hacen los de Pamplona del pop de 24 kilates a lo ¡Juan y Junior! o el indie-pop británico de los ochenta, merece ser más que apoyada por los aficionados a la buena música.
¿Quién dijo que el rock era única la música que podía ser facturada en Pamplona? Sin menosprecio -no es lo mío, ya lo sabéis- a la relevante aportación de importantes bandas del rock patrio (y en muchos casos, lo de patrio tal vez no sea lo más adecuado), parece que lo de Souvenir y companía ha dejado de ser un hecho aislado, y que una nueva generación de bandas de la capital navarra apuestan por un pop delicado y lleno de matices: los que aparecen por ejemplo, en “Palmeras“, el disco de Nuevos Hobbies.
Vayamos a la letra pequeña: produce Yon Vidaur, edita Pretty Olivia Records (ese sello que desafiando a la lógica, es más grande por dentro que desde fuera) y entre las influencias citadas por sus autores a la hora de referirse a estas diez canciones, se mencionan The Orchids, Orange Juice, Luna, Ultimate Painting, Los Brincos y Los Ángeles (juro que no exageran: ponéos”Háblame, Mírame“), Comet Gain, The Housemartins o Sonny & Cher ¿De verdad hace falta mucho más?… ¿Canciones? Creedme: las tienen.
Y si no, experimentad por ejemplo el (flipante) ataque de amor que provoca esta fabulosa “Aterrizaje“, una pista que ejemplifica como pocas la capacidad del cuarteto para aunar la influencia de Fernando Arbex, las guitarras tremolantes y la melancolía post-Smiths: si esto os gusta, podéis comprar uno de los 200 vinilos -no hay más- de chulísima portada, en el bandcamp del sello que (con tanto cariño) alimenta Javier Abad.
Anuncios &b; &b; Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2017, Juan y Junior, Nuevos Hobbies, Pop, Pretty OliviaEnlace permanente1 comentario