Asumiendo el desafío con naturalidad, Diego Pablo Simeone se ha diferenciado de sus antecesores en el cargo de entrenador del Atlético Madrid y en poco más de un mes de trabajo ha logrado modificar de forma muy clara la realidad del equipo.
En juego y en resultados, el Atleti de hoy no se parece en nada al de ayer, sin rumbo en Liga y eliminado en dieciseisavos de Copa de Rey por el Albacete. El Cholo caló hondo en la intimidad del plantel y el presente hoy deja ver a un equipo que ha olvidado la crisis y que lejos de seguir instalado en estado de angustia permanente ha recobrado el optimismo y la ilusión.
Teniendo muy claro el camino, Simeone llegó siendo perfectamente consciente del potencial de cada uno de sus jugadores y siendo consecuente con sus ideas e instalando rápidamente un mensaje claro logró que en menos tiempo del pensado su equipo obtenga buenos resultados y además forje un estilo de de juego definido.
Irreprochable en cuanto a esfuerzo, solidaridad y entrega, el Atleti de hoy lleva la seña de identidad del Cholo siendo un equipo intenso, que presiona (lo hacen desde los delanteros hasta los defensores), recupera y otorga pocas concesiones defensivas realizando correctamente cada una de sus transiciones, pero que además se expande con agresividad en ofensiva y siempre que puede juega bien.
Aunque de lo indicado pudieron verse claras muestras ante Villareal, Real Sociedad, Osasuna y Racing de Santander, en el encuentro el que sin lugar a dudas mejor fueron evidenciadas todas estas virtudes fue en el de este jueves ante Lazio, correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League, en el que mostrándose autoritario el equipo dio una exhibición tanto en faz defensiva como ofensiva e imponiéndose 3-1 alcanzó brillo gracias a lo hecho principalmente por sus tres grandes armas de equilibrio; Diego, Adrián y Falcao, autor de un doblete.
Esfumados hasta los complejos, hoy por hoy el optimismo con el que todo se observa es absoluto. Los jugadores son los mismos pero la realidad ha cambiado radicalmente. Lo logró Simeone y lo lograron los jugadores. Ahora el objetivo será seguir por el mismo camino.