Atraco perfecto (1956), de stanley kubrick.

En su primera película oficial Kubrick creo una obra de cine negro perfecta. Condensada en menos de hora y media, a la historia no le falta ni le sobra nada. Además, su aparentemente compleja narrativa es expuesta ante el espectador de tal manera que toda la información encaja perfectamente al instante. Aquí tienen cabida los típicos perdedores propios del género, pero la amargura que destilan los mismos es especialmente intensa. Llevan vidas grises, están enamorados de quienes no les corresponden, pero esperan que el atraco perfecto en el hipódromo que han ideado suponga el fin de sus desgracias y una puerta a una nueva existencia repleta de vino y rosas. Además, se trata de una de las obras más influyentes de la historia del cine. Buena parte de las originales ideas de Tarantino provienen de aquí y Nolan rinde homenaje a esta película en la primera aparición del Joker en El caballero oscuro. Con Atraco perfecto empezó a desarrollarse el talento descomunal de Stanley Kubrick, su obsesión por el detalle y por el acabado perfecto de cada una de sus secuencias. La guinda es uno de los mejores finales jamás rodados, fiel a la fatalidad que debe acompañar a los personajes de este tipo de cintas.

P: 10