T.O.: Flypaper. 2011.The Safran Company. Director: Rob Minkoff. Guión: Jon Lucas, Scott Moore. Reparto: Tripp (Patrick Dempsey), Kaitlin (Ashley Judd), Mermelada (Pruitt Taylor Vince), Mantequilla de Cacahuete (Tim Blake Nelson), Gates (Matt Ryan).
Dos grupos de atracadores se encuentran robando el mismo banco. Tres de ellos forman un grupo de auténticos profesionales del robo y los otros son dos paletos, chapuzas que no tienen ni idea de robar un banco y no han elaborado ningún plan para hacerlo en esta ocasión. Lo que no saben ninguno de los dos grupos de ladrones es que dentro del banco estaba un peculiar personaje cuya hiperactividad le permite fijarse en todo y pensar más y mejor que los demás: Tripp (Patrick Dempsey). Sus pesquisas le llevarán a ayudar a los dos grupos de ladrones, pues descubre que todos están allí porque es una trampa. ¿Pero quién de los presentes entre los rehenes será el que les quiere cazar con las manos en la masa?. La película tiene un argumento que si se hubiese tratado con un poco más de seriedad habría dado, tal vez, unos frutos más interesantes, ya que la trama es interesante. Sin embargo todo se convierte en una absurda comedia sin gracia que no consigue hacer reír y que pierde la atención del espectador a los pocos segundos de que los atracadores entren en el banco. El desemmascaramiento del criminal detrás de todo ese enredo acaba sin interesar en absoluto porque ya lo sabemos desde el primer momento en que el personaje superdotado desvela que hay un traidor entre los presentes. Otra pata coja del film es la nula química que existe entre los dos supuestos protagonistas: Tripp y Kaitlin, y a ello colabora la poca relevancia que se le da a Ashley Judd en el relato y su escaso talento (una vez más demostrado). En fin, una comedia muy sosa y poco divertida, de hecho diría que es algo estúpida. (2/10)