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Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

Publicado el 22 abril 2019 por Manuzapata @vivazapatanet
Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

«Atrévete siempre», es ese un gran culto que pocos profesan. Este verso del poema Loca de Manuel Ortiz Guerrero actúa a modo de insinuación, de provocación, pero también de resorte para el alma de Chela, la protagonista, que sufre encerrada en una relación con una mujer que no la hace feliz. No hay más que ver su cara, su gesto, su peinado, su ropa. Vaga como un alma en pena por la casa que comparten y observa a las compradoras de los distintos enseres que tienen en venta desde la rendija abierta de una puerta entornada, a hurtadillas, de la misma forma que mira la vida pasar por delante, escondida y temerosa de dar el paso, abducida por el empuje de Chiquita, maniatada, sin sacar el temperamento necesario como para dar por finiquitada esa parte de su currículo sentimental.

Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

Chela y Chiquita, casi sexagenarias, tras una larga y clandestina unión, se han visto obligadas a deshacerse de parte de sus bienes heredados para hacer frente a sus deudas y a una acusación de fraude que termina con Chiquita en la cárcel. La vicisitud obligará a Chela, mujer de clase alta venida a menos, a ofrecer un servicio de taxi a ancianas adineradas para ganarse el sustento, hecho que le obligará a salir de su torre de marfil para realizarse como persona a través de un trabajo placentero que le llevará a encontrar nuevas ilusiones.

Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

Una crisis sentimental en la madurez. Eso es lo que retrata el paraguayo Marcelo Martinessi en esta multipremiada cinta que salió bendecida del Festival de Berlín del año pasado. Mientras que Chiquita no es capaz de vislumbrar la situación en la que poco a poco su carácter dominante ha sumido a su enamorada y que está a punto de terminar con un vínculo de décadas, Chela parece ausente, zombi, carente de estímulos para abrirse al mundo debido a la absorbente actitud de su pareja y a su propia falta de personalidad. De alguna manera recuerda en la lejanía, y en versión dramática, a lo que relataba Vicios pequeños, o su remake Una jaula de grillos, en clave de humor.

Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

El estilo es seco, duro, sin edulcorar. Una realización austera, ninguna concesión al preciosismo, a lo sumo un plano secuencia reservado para uno de los momentos clave del filme y un bonito homenaje a Centauros del desierto. Nada de música de partitura que pueda influenciar a la audiencia creando un halo sentimentaloide, todo lo que suena proviene de algún elemento que aparece en plano.

Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

Esta suma de elementos provoca ciertos reparos rítmicos iniciales que, con la dosis necesaria de paciencia, se van diluyendo para conseguir que esta historia nos vaya seduciendo poco a poco. La película va abriendo sus pétalos como lo hace el personaje de Chela (cuyo arco dramático evoluciona notablemente) a medida que se hace consciente de su realidad, estancada en una relación que no avanza, y que echa mano de las circunstancias para intentar revertirla a su manera. ¿Terminará por profesar ese gran culto minoritario del «atrévete siempre»?

Atrévete siempre – Crítica de “Las herederas” (2018)

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  © La Babosa Cine, La Fábrica Nocturna Productions, Pandora Filmproduktion, Mutante Cine, Equina Filmes, Norsk Filmproduksjon A/S. Cortesía de BTeam Pictures. Reservados todos los derechos.

Las herederas

Dirección y guion: Marcelo Martinessi

Intérpretes: Ana Brun, Margarita Irún, Ana Ivanova

Fotografía: Luis Armando Arteaga

Montaje: Fernando Epstein

Duración: 98 min.

Paraguay, Alemania, Uruguay, Brasil, Noruega, Francia, 2018

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