A la hora de aprender otros idiomas desde niño, la figura del au pair puede ser un recurso interesante para las familias.
Los au pairs son normalmente estudiantes extranjeros, de entre 18 y 30 años, que se alojan temporalmente con una familia de acogida y tienen asignadas diversas tareas domésticas, entre las que destacan cuidar a los niños y encargarse de la casa.
Tal como sucede al buscar niñera, buscar au pair es una tarea delicada, ya que supone introducir a una persona desconocida en la familia, que además pasará muchas horas con los niños. Por eso, han surgido agencias que actúan de intermediario entre los au pairs y las familias, y ofrecen sus servicios para ayudarte a encontrar al candidato perfecto.
En función de las necesidades de cada familia, el au pair puede realizar una estancia de un par de meses hasta máximo un año en la familia de acogida. El trabajo y las condiciones del au pair están regulados a nivel europeo, para evitar al máximo los fraudes y proteger a ambas partes.
Entre los deberes de la familia de acogida se encuentran procurar alojamiento y manutención al au pair, siempre en condiciones dignas, y facilitar su integración en la familia, haciéndole partícipe del idioma y la cultura del país. Además, la familia está obligada a asumir los gastos de los cursos de idiomas que realice y a asignarle una paga semanal.
Los deberes del au pair son cuidar y ocuparse de los niños; acompañar a la familia durante las vacaciones; colaborar en trabajos domésticos sencillos, y por supuesto, ayudar a los niños con los idiomas. La duración total de estas actividades no debe superar las 30-35 horas semanales.
Fuente | Au Pair Internacional
Foto | theevancarroll
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