Gracias a que se ha corrido la voz sobre la posición en la que se debe colocar a los bebés a la hora de dormir ha disminuido significativamente el porcentaje de casos de muerte súbita en niños en edad lactante, pero al mismo tiempo han aumentado las muertes relacionadas a causas como el atragantamiento, la asfixia y el sofoco, según lo que indica la Academia Americana de Pediatría.
La doctora Lisa Martin, pediatra y profesora de la Facultad de Medicina Chicago Stritch de la Universidad Loyola, es la vocera de la organización que ha tenido a bien emitir al mundo una serie de recomendaciones para que los padres tengan en cuenta al acostar al niño:
“Estas nuevas directrices ayudarán a educar a los padres sobre qué artículos y conductas pueden llevar a muertes de bebés relacionadas con el sueño”…”Los bebés, sobre todos los pequeños, son completamente dependientes de sus cuidadores para que les provean un ambiente seguro para dormir, ya que no tienen capacidad de moverse de los objetos que restringen su respiración”.
La AAP indica entonces que los niños siempre deben permanecer de espaldas a la hora de dormir, cuando se los acueste se lo debe hacer sobre una superficie plana y firme, en un entorno completamente libre de elementos como almohadas, peluches, protectores acolchados en los laterales o sábanas sueltas, ya que son esos elementos los que representan un riesgo para la vida del niño.
Los especialistas advierten:
“Hay muchos productos que no son necesarios y que incluso podrían convertirse en trampas mortales para el bebé. No se ha mostrado que artículos como protectores acolchados y posicionadores para dormir prevengan las lesiones, y la preocupación es que un bebé pueda quedar atrapado y ahogarse”…”A los bebés no les importa que la cuna sea aburrida, pero sí les importa que sea segura. Mientras más objetos hay en el espacio para dormir, más peligroso es para ellos”.
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