El seguro de hogar es uno de los productos donde se han detectado mayor número de fraudes en 2013. El 14% eran fraudes en el seguro de hogar, según los datos de Investigación Cooperativa entre entidades aseguradoras. Del total de intentos de fraude en el seguro de vivienda del pasado año, un 58% fueron de hasta 500 euros, frente al 42% restante que superó dicho importe.
Este se explica por el escenario de crisis económica. Los fraudes son cada vez menos profesionales, como simulaciones de robo o incendios en el hogar muy fáciles de detectar es lo que se llama fraude oportunista.
Tipos
- El 30% de los fraudes en 2013 correspondían a siniestros simulados.
- Un 20% tenían que ver con la exclusión de cobertura, es decir, con daños que no estaban cubiertos.
- Un 18%, son fraudes en la suscripción, cuando se proporcionan datos falsos al contratar la póliza.
- Un 12%, fueron reclamaciones desproporcionadas.
- Un 11%, ocultación de daños o lesiones preexistentes.
Lo que se puede ver con estos datos, es que el siniestro simulado es el fenómeno que más se ha incrementado.
Perfil del defraudador
Definir el perfil del defraudador es bastante difícil ya que la tipología de sucesos es muy variada y, por tanto, las personas que los cometen tienen diferentes perfiles.
El intento de fraude suele partir del propio asegurado. Siete de cada 10 intentos de estafa en 2013 fueron iniciativa del propio asegurado.
Las compañías tienen formas de detectar que un siniestro en el seguro del hogar sea, un engaño. Por ejemplo, que el siniestro se produzca pocos días después del inicio efectivo de la póliza o antes de su vencimiento.
Por ejemplo, la similitud de apellidos o domicilios próximos entre implicados, una información imprecisa y una elevada siniestralidad en el histórico del asegurado, son otros aspectos que generan dudas sobre la verdad de un siniestro.
Lo peor consecuencia del fraude es que las pérdidas en las que incurren las aseguradoras, incrementan la tasa de siniestralidad de las compañías y afectan también al precio del seguro.
Así que al final, el fraude afecta a todos, seamos menos egoístas y miremos por el prójimo.