Revista Infancia

Aumento de las enfermedades en bebés y niños durante el verano

Por Celia Garabaya @britishbubbles

enfermedades del verano en los niñosCon el verano no solo llegan las vacaciones. También llega el buen tiempo, los helados, las actividades al aire libre y mucho más. Pero, no todo es tan bueno como nos parece. De hecho, el verano también es propenso para que los niños enfermen. Esto es debido a una serie de motivos que vamos a analizar un poco más adelante. Las circunstancias concretas del verano pueden favorecer el desarrollo de algunas enfermedades infantiles, veremos cuales son éstas enfermedades y por supuesto intentaremos daros unos consejos para conseguir que nuestro niño pase todas las vacaciones sin ningún problema de salud.

¿Por qué el verano favorece al desarrollo de enfermedades?

Lo primero que se nos pasa por la cabeza, es entender por que el verano facilita la propagación de algunos problemas de salud, sobre todo en la población de niños y de bebés. Aunque si lo pensamos un poco lo entenderemos todo. Hay una serie de factores que tiene el verano que son ideales para la creación de virus y de bacterias. Veamos tan solo algunos de estos motivos.

  • Cambio de la temperatura: Durante los meses de verano, el clima cambia radicalmente. Aumentando las temperaturas generales de forma notoria. Este aumento de temperatura, puede afectar a los niños y bebés en diferentes formas. Desde la proliferación de más virus en el ambiente, sabemos que en los climas más cálidos los organismos responsables de las enfermedades, no solo sobreviven, sino que es ideal para que se reproduzcan y se extiendan.
  • El Sol: Aumenta considerablemente el efecto del Sol sobre la Tierra. Y por supuesto, los niños son los más vulnerables ante los rayos del Sol. Pudiéndose dar desde deshidratación a golpes de calor, quemaduras en la piel… Debemos tener mucho cuidado con los niños y protegerles en todo momento.
  • Los cambios de hábitos. Durante estos meses, los niños cambiaran totalmente sus rutinas. Así por ejemplo, ya no tendrán que dedicar más de 6 horas diarias para asistir al colegio. Lo que les deja mucho más tiempo para hacer más actividades. Una de las actividades más comunes durante el verano es la piscina. La cual puede ser la responsable de un gran número de traumatismos y de infecciones que más adelante analizaremos.
  • La comida. El aumento del calor, hace que tengamos que ser mucho más cuidadoso con las comidas. Ya que el calor hace que no aguante tanto como con el frío. Con lo que deberemos tener mucho cuidado con lo que les damos a nuestros hijos de comer. Uno de los casos más comunes es la salmonelosis.
  • Los días son más largos. Con lo que los niños pasarán mucho más tiempo en la calle.
  • Los cambios de temperatura. Depende mucho de la ciudad donde vivamos. Pero
    niños enfermos en la playa
    durante el verano, hay ciudades donde podemos encontrar la mayor oscilación térmica del año. Lo que supone que de la temperatura más baja a la más alta del día hay mucha diferencia. Haciendo que sea más fácil que el niño se costipe. Debemos tener controlado el tiempo y llevar siempre algo de abrigo por si acaso.
  • Sequedad en el ambiente: El calor nos gusta, pero en verdad tiene una serie de efectos sobre el ambiente. Uno de ellos es secarle. Lo que hace que nos cueste más respirar y afecte a la garganta.
  • Los aires acondicionados. Son un gran invento. Pero tienen un riesgo más grande de lo que nos pensamos. Para empezar, los aires acondicionados. Hacen que los cambios de temperatura sean mucho más fuertes. En las tiendas por ejemplo, en verano, suelen poner el aire a tope. Lo que hace que podamos pasar de 40ºC en la calle a entrar en una tienda y estar a 20ºC. Lo que es una bomba para nuestro sistema. Y por otro lado los aires acondicionados si no se cuidan correctamente, son un nido de microbios y bacterias. Y por lo general no se suelen limpiar muchos. Con el riesgo que eso supone para nuestra salud y más para nuestros niños.
  • Los insectos. Todos sabemos que es en verano cuando salen todos los insectos. El campo se llena de mosquitos, moscas, abejas… Los cuales pueden provocarnos una serie de molestias como picaduras. Aunque es cierto que en otros países, los insectos son los responsables de gran parte de las enfermedades más peligrosas de los niños.
  • Las tormentas. Con las altas temperaturas, se consigue que cada cierto tiempo se desencadene una fuerte tormenta. Y volvemos a lo mismo de antes los contrastes. Que son lo que peor llevamos. Además de ser proliferas para el aumento de los insectos y zonas encharcadas con aumento de organismos que pueden ser perjudiciales para la salud de los más pequeños.
  • La playa. A quien no le gusta pasar un buen día de playa con sus niños. Ellos disfrutarán jugando con la arena, aprendiendo con nuevas experiencias. Pero, la playa. También nos puede traer algún que otro problema. El más común durante todo el verano en España, son las picaduras. Más concrétamente de las medusas. Siempre debemos tener cuidado y hacer caso de las indicaciones que nos den en la playa. Sobre todo si vamos con niños pequeños.

¿Cómo protejo a mi niño del verano?

Es complejo. De hecho no hay ningún método 100% efectivo. Al igual que no podemos impedir que el niño se acatarre durante el invierno. Pero, si que hay una serie de pautas que podemos seguir para reducir todos los riesgos que nos vamos a encontrar durante los 2 o 3 meses de verano. A continuación tienes una serie de indicaciones.

  • La alimentación. Es un punto básico para mantenernos sanos en verano. Para empezar debemos tomar alimentos que nos tengan bien nutridos y que tengan todas las vitaminas para que nos protejan de las inclemencias. Pero, además debemos tomar muchos alimentos con alta cantidad en agua. Así por ejemplo, las frutas y verduras. Son las comidas ideales para el verano, además de ser frescos para combatir el fuerte calor. Nos aportarán suficiente agua para no sufrir ninguna deshidratación. A la vez, debemos saber que estamos comiendo. Si vamos a algún lado y el sitio no nos da seguridad, es mejor que pasemos y vayamos a otro sitio. Para eso, debemos fijarnos mucho en la higiene del lugar. La cual nos indicará el estado del sitio y por supuesto de la comida.
  • La higiene personal. Uno de los mejores métodos para evitar cualquier contagio, es el cuidado de la higiene de los niños. Además de ser ideal para refrescarnos y pasar mejor el calor veraniego. Hará que no nos lleguen todas las bacterias y virus a nuestro sistema respiratorio. La parte en la que más debemos centrar la atención es en las manos del bebé o del niño. Ya que en muchas ocasiones se las llevará a las vías respiratorias. Siendo uno de los medios más comunes de propagación de las enfermedades infantiles.
  • niña enferma por el frío
    Podemos controlar la humedad que tenemos en casa. Hay un punto ideal para los niños. Debemos estar seguros que no lo supera ni está por debajo. Así como controlar el aire acondicionado en donde nosotros tenemos el control. Como en casa o en el coche. Nunca debe estar la corriente de aire directa hacia el niño. Y no podemos intentar bajar de 40 ºC a 20ºC en 10 minutos. Tómatelo con calma, ve bajando poco a poco. Primero pon 35ºC, luego 30ºC… hasta que lleguemos a la temperatura que deseamos.
  • Más difícil lo tenemos con el aire de las tiendas. Donde no podemos hacer nada. Lo ideal es llevar siempre una chaquetita o algo fino de abrigo. Por si entramos en algún sitio con la temperatura muy baja. Por lo menos en lo que nuestro cuerpo se acostumbra a la nueva temperatura.
  • La protección de la piel. Nunca olvides la crema solar para tu niño. E intenta que tu niño no salga a las horas en las que el Sol pega más fuerte. Entre las 2 de la tarde y las 6. Lleva siempre agua para evitar la deshidratación del verano.

Sitios con más riesgo.

Hay dos sitios que nunca solemos considerar pero que pueden suponer un riesgo para la salud de nuestros niños. Son:

El cine: En verano solemos ir al cine con la ropa normal que llevamos durante el día por la calle. Pero, se nos olvida que dentro tenemos el aire acondicionado y bastante fuerte. Lo que hace que durante más de una hora nos podamos quedar fríos después de haber pasado calor. Y al finalizar vuelta al calor asfixiante. Por eso si vamos al cine con los niños, no está mal que llevemos algo de abrigo por si acaso.

Vuelos en avión: Nos pasa algo muy similar a los cines. Los aviones tienen un sistema de renovación de aire que hace que cada menos de 10 segundos. Todo el aire del avión sea nuevo. Y así constantemente. Este flujo tan grande aire y la temperatura del aire hace que nos podamos quedar fríos. Además la imposibilidad de movernos mucho, hace que el frío se nos meta en los huesos. No olvides nunca algo de abrigo para tus niños en los viajes en avión. Ya que en muchos casos con la mantita que te dejan no es suficiente. Y mucho más si se trata de un vuelo de larga duración donde el niño tenga que dormir un rato. Ya que el riesgo de enfermedad aumentará considerablemente.


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