Desventuras a lo Hart of Dixie, los 80′s con little Carrie y mangas mojadas con el último de Glee y este hasta nunca, Finn. Bocas de baba con un capitulo de We love Tamara y disfrute del París de cafeterías de ricos y desfiles de magnates. Domingo de casa, de vuelta a la rutina que creí perdida de series de sobremesa y risas en soledad. Da gusto tener algunas horas para desconectar del otro lado de la ventana.
Me esperan sábanas de pelitos y la colcha gordita de nuevo esta noche tras un largo verano mientras mis oídos se dulcifican con Paula Rojo, que me ha dado hoy por descubrir y escuchar.
Comienza un mes nuevo y vidas nuevas para varias de mis personitas especiales. Los cambios son buenos y siempre traen aire fresco y brisas rejuvenecedoras a nuestras almas. A estas alturas, da igual si provienen de tempestades o de simples oleajes, siempre son necesarios.
Octubre acabó y en mi calendario aún no he pasado de septiembre, lo miro colgado en la pared y me parece absurdo lo rápido que pasan los días y lo lentos que se nos hacen. Aunque más ilógico me resulta verme tranquilamente pasar de él y no cambiar de página. Me vuelvo a morder las uñas encubiertamente y mis ojos se vuelven cada día más borrosos. Mis rutinas bellezosas se están volviendo más perezosas… Será el frío, el invierno inminente o la creencia de que solo sé que no sé nada, y aún así lo dudaría…
En mi cuarto, aún es septiembre. Las ropas de abrigo aún están en cajones inaccesibles y las mangas cortas cada vez me representan más frío glacial. No hay orden, solo desconcierto y aún no me pongo calcetines bajo las sábanas. Demasiadas locuras, lo sé…
Apago las luces del telón antes de terminar de comerme la uña rota y verme otra historia más de la Falcó. Recomendarte antes la adaptación de El tiempo entre costuras y decirte que ha sido un placer encontrarte.
Que te vaya bonito este nuevo lunes. Intentaré despedirme yo por mi parte de septiembre y me reiré un poquito con Octubre antes de llegar a Noviembre y comerme un mantecado de los del Mercadona.
A disfrutar de los pelitos. De la cama.