Te defiendes bien con los ejercicios de vocalización y ya has sacado buen partido de ellos.
Has conseguido ampliar tu rango, sientes que ya no te cuesta tanto hacer ciertas notas, e incluso puede que esa sensación de tener que alcanzar las notas esté desapareciendo.
Puedes hacer todas las notas de esa canción que tanto te gusta y que es tan difícil.
Pero el problema viene cuando te pones a cantarla.
De repente parece que no puedes hacer esas notas, vuelves a forzar, te falta potencia y ya estás peleando por alcanzar las notas.
Lo que pasa es que necesitas saber cómo practicar una canción de la misma forma que has aprendido a cómo entrenar tu voz con los ejercicios.
Primero el por qué de las cosas: ¿Por qué no puedo cantar la canción si puedo hacer todas sus notas con los ejercicios?
Por dos sencillas razones.
#1: Aún no puedes hacer lo suficientemente bien los ejercicios
Es duro oír esto y puede llegar a ser frustrante.
Sabes que has avanzado a nivel vocal.
Puede que hayas avanzando muchísimo.
Pero tienes que preguntarte sinceramente a ti mismo:
¿He avanzado lo suficiente como para afrontar esta canción?
¿Puedo hacer los ejercicios de forma que me resulte aún más fácil?
¿Realmente estoy atacando a todas las flaquezas de mi voz o sólo hago los ejercicios que me son más fáciles?
Si crees que la respuesta a alguna de estas preguntas no es la que te gustaría, quizás no estás preparado para afrontar esta canción.
De ser así, no te desanimes. Forma parte del proceso y sólo tienes que seguir trabajando en la dirección correcta.
Pero, ¿y si realmente estás preparado? Sigue leyendo.
#2: Porque las canciones y los ejercicios no son lo mismo
Parece una tontería, pero a veces no es obvio.
La utilidad de los ejercicios radica en que te permite aislar los problemas vocales de forma que puedas trabajar individualmente en cada uno de ellos.
Esa es la mejor forma de poder identificarlos y corregirlos.
Pero las canciones no te dan tregua.
Los problemas que las canciones sacan a la luz recuerdan a un campo de champiñones: empiezan a aparecer por todas partes, hasta debajo de las piedras.
Todos tus problemas vocales afloran sin control y todo se vuelve muy difícil.
Y la razón es muy sencilla.
En una canción no hay control alguno de las vocales, consonantes, dinámicas, orden de la sucesión de notas de la melodía vocal, …
Y por si fuera poco, encima tienes la presión añadida de que debes sonar bonito y hacer una buena interpretación.
¡Buf!
Para saber cómo practicar una canción trátala como si fueran ejercicios
Empieza por ver la canción de forma diferente.
Simplifica el proceso.
Ahora no estás cantando, estás practicando.
#1: Ahora eres un robot
Olvídate de las emociones, de la interpretación, del mensaje que quieres transmitir, … todo eso no te va a ayudar ahora mismo.
Eso es para más tarde.
Para practicar una canción debes aislar primero la parte interpretativa de la parte técnica.
Identifica las notas en las que se mueve la canción y tenlas presente en todo momento.
No arrastres las notas, ves directo a ellas, como si estuvieses haciendo un ejercicio, como si fueras un robot.
#2: Usa el conocimiento de tu propia voz
Aquí es donde todo el trabajo que has hecho con los ejercicios te va a ser de ayuda.
Identifica qué vocales y consonantes te son más fáciles de hacer con la mayor facilidad posible.
¿Ya sabes cuáles son? ¡Bien!
Ahora utilízalas para cantar la canción.
¿Que a qué me refiero?
Olvídate de la letra de la canción y sustitúyela por esa sílaba que hace maravillas en tu voz.
¿Es GU? ¿Es NEI? ¿El lip bubble?
Escoge el más fácil y a cantar.
El objetivo aquí es usar esa facilidad para ejecutar una sucesión de notas más difícil que las que haces en los ejercicios.
#3: Divide y vencerás
Me encanta esa frase, porque se puede aplicar a casi todo.
Encuentra los puntos problemáticos de la canción y practícalos por separado, aplicando los puntos anteriores.
Normalmente no es de ayuda el cantar una canción de principio a fin.
Por ejemplo, si lo que te cuesta es acceder a tu voz de cabeza y estás practicando una canción que empieza en tu voz de pecho y está ahí durante mucho rato, para de repente cambia a la voz de cabeza, vas a tener más problemas que si empiezas directamente ahí.
De otra forma, si siempre practicas de principio a fin y tienes ese problema, lo más probable es que lo agraves cada vez más.
Recuerda, primero aisla el problema y conviértelo en algo más fácil.
Luego añade la dificultad lentamente, componente a componente.
#4: ¡Las partes conflictivas son demasiado rápidas!
Hay canciones realmente difíciles por ahí.
Y no todo es porque las notas son muy agudas y muy graves.
Uno de los componentes importantes es la velocidad.
Piensa que estás instalando nuevos hábitos en tu voz.
Todo es nuevo para tu sistema nervioso, no está acostumbrado a hacer ese tipo de cosas.
Y mucho menos a esa velocidad…
Tienes que ralentizar la canción para, primero, asegurarte de que lo entiendes, y segundo, para darle tiempo a tu cuerpo y cerebro a habituarse.
Para ello este tutorial sobre cómo cambiar el tempo de una canción te va a venir de perlas
#5: ¿Sabías que para practicar una canción a veces es mejor subirla de tono?
Parece mentira, ¿verdad?
Siempre parece que cuanto más agudo más difícil va a ser, pero curiosamente no siempre es así.
¿Por qué ocurre esto?
Porque las notas del primer puente suelen ser las más difíciles de hacer.
Ahí es donde reside la famosa voz mixta, que es una de las cosas más difíciles de lograr con la voz.
Si cambias el tono de una canción para que las notas agudas tengan más componente de voz de cabeza te será más fácil desprenderte de tu voz de pecho para forzar menos.
También es interesante a veces bajar el tono, un poco por el mismo motivo.
Una vez más, para ello tienes este tutorial sobre cómo cambiar el tono de una canción
¿Te he renovado las fuerzas para atacar a esa canción que tanto se resiste y quieres hacer? ¡Bien! Una forma genial de demostrármelo sería compartiendo este artículo en las redes sociales. ¡Gracias!
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