Hace ya algún tiempo escribí aquí un post con el título: "La gestión de la envidia". Es el post con más comentarios hasta el momento. Y es que "Envidia" se escribe con "E" como "España". Un tema typical spanish, ¿no?
Ahora os dejo otro titulado "Aúpa, envidia", en este caso del autor de "El pensamiento negativo". Ahí va:
"Presunta implicación de una famosa tonadillera en un caso de corrupción urbanística con nombre de bota, y vuelve a ponerse en el calendario el último encuentro entre dos ya viejos rivales en la liga de campeadores. Una vez más, Envidia F.C. y U.D. Calumnia serán las encargadas de calzarle pulso y emoción a la semanita para decidir cuál es verdaderamente el deporte rey en nuestro país. La final está servida. El final, también.
En el derby de la vergüenza, los campos reglamentarios tienen forma de plató, los violentos y radicales son los que llevan micrófono, los goles se los meten continuamente al espectador, en el marcador sólo importan las audiencias, los colegiados por no acabar no acabaron ni el colegio y las únicas primas son las que hacen ver que lo moderan todo.
La verdad que cualquier pronóstico sobre el resultado es muy complicado. La afición del Envidia F.C. se cuenta por millones de seguidores acumulados a lo largo de muchos siglos en nuestro país, todos ellos fácilmente reconocibles si realmente fuese tiña; pero, claro, al ser incolora, como que cuesta más identificarlos. De todos modos, basta con pararse a escuchar y ahí sale más de lo que uno quisiera oír.
Las ganas de que al otro le vaya mal, y cuanto más otro, peor. La necesidad de que se arruine el rico, se encarcele al poderoso, se caiga el de arriba, se aplaste al de abajo y se mate de un cáncer a todo el que parezca sano. Que el que hace dinero es porque algo sucio oculta, porque a ver quién es el guapo que gana tanto con un mísero sueldo. Éste porque ha copiado, ésta porque se ha operado, aquél porque tiene un primo, y ésa, a ésa le duelen las rodillas de tanto chupar.
Y ojo, no tropieces. Porque siempre habrá unos muchos esperando a hacerte leña del árbol caído, y luego carbón, y luego una barbacoa y más tarde, aunque hayan pasado veinte años, aún aprovecharlo para sacar papel de water y limpiarse el culo haciendo periodismo de investigación que de tan serio y riguroso igual van y exigen su Pulitzer.
Lamentablemente, junto al miedo, la envidia se consolida un año más como el más poderoso motor de nuestra octava economía del mundo. Ojalá no me equivoque. Y digo ojalá porque enfrente siempre tendrá a su rival más peligroso. El club U.D. Calumnia hace tiempo que ha sustituido a los jueces, que como son tan serios, hablan tan raro y actúan tan lentos, con algo habrá que saciar las fauces del pueblo mientras tanto.
Aquí militan los que van más allá. Envidiar no sirve para nada si luego no puedes materializar tu envidia en esa mentira que por rica, morbosa y verosímil viaja de boca en boca como un herpes, destrozando de un plumazo cualquier sonrisa, así como lo poco o mucho de prestigio que alguien se haya trabajado durante años de talento, esfuerzo e ilusión. No sé. Hoy me siento de los pocos que siguen esperando a lo que tengan que decir los señores serios que hablan raro. Igual es porque me sigue costando ver quién va a ganar. Igual es porque no me cuesta nada ver quién va a seguir perdiendo".
Ahí queda.