BIODESCODIFICACIÓN – AUTISMO
4ª Etapa (Relación)
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?
Todo caso de autismo es el resultado de incestos en el árbol genealógico. Si bien pueden ser incestos reales, en muchos casos de trata de incestos simbólicos, es decir, en el árbol se han presentado matrimonios o parejas que son “dobles” entre sí.
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Estos incestos simbólicos rara vez son conocidos por la familia, pero en caso se incestos reales, que suelen guardarse como “secreto familiar”, son heredados como “memorias de suciedad” o de “algo prohibido” a lo largo de generaciones, por lo que llega un punto en que el árbol dice “basta”, hay que limpiar tanta porquería, y llega al mundo un niño autista para reparar todo el árbol.
Se puede decir, que el autismo, es la suma de dos emociones heredadas:
SECRETO FAMILIAR + CULPA
Entonces, nace el niño autista con ese sentimiento de tener que reparar uno o varios secretos familiares que a su vez han traído y arrastrado culpas de varias generaciones.
Resentir:
“Debo ser callado e inexpresivo para no tener que rendir cuentas”.
“Rechazo enfrentarme a un mundo tan sucio”.
“Soy tan sensible, que si me muestro como los demás me lastimarán”.
“Me duele lo que veo a mi alrededor”.
El autismo representa en sí mismo una manera de huir del “mundo caótico”.
¿Cuál es el síntoma físico?
Es una conducta de separación de la realidad que consiste en un repliegue del autista en sí mismo, vuelto totalmente hacia su mundo interior. Entre otros numerosos síntomas, se puede observar: mutismo, retraimiento afectivo, rechazo a los alimentos, ausencia del YO en las frases, y dificultad para mirar a alguien a los ojos.
El niño “elige” el autismo (de manera inconsciente) para escapar de la realidad de su familia y del mundo que lo rodea.
¿Cómo se libera esa emoción biológica?
El niño autista debe aceptar que si eligió volver a este planeta, seguramente tiene experiencias que vivir. Le beneficiaría creer que tiene todo lo necesario para hacer frente a esta vida y que la única manera de superarse y evolucionar es viviendo las experiencias que le depare. Los padres de un niño autista no deben sentirse culpables y aceptar que esta enfermedad es la elección del niño, pues forma parte de las experiencias que debe vivir. Sólo él puede decidir salir un día de ella. El decidirá si quiere vivir la experiencia de la fuga toda su vida o aprovechar esta nueva encarnación para vivir muchas otras experiencias. Los padres pueden tener una participación importante queriendo a este niño incondicionalmente y dándole el derecho de decir lo que quiere, incluyendo si quiere salir o no de su autismo. También es importante que los familiares de este niño compartan con él sus experiencias vitales, sus dificultades, sin hacerlo sentir culpable. Todas y cada una de las personas afectadas por el niño autista tienen algo que aprender de esta experiencia. Para descubrirlo es necesario observar lo que le resulta difícil a cada uno.
Fuente: Akasha Sanación Integral