- Primero porque es mi hija, segundo porque es mi hija, y tercero porque es mi hija.
La contestación de la hija fue más escueta pero no por ello menos contundente: "Porque es mi madre".
No les pedí que se extendieran más, ambas lo tenían bastante claro. Sólo añadí: "Qué bueno sería que ese mismo amor incondicional que cada una ha expresado por la otra, lo tuvieramos cada uno para con nosotros mismos".
¿No crees que el mundo sería un lugar mejor si...
... nos quisiéramos ya fuéramos altos, bajitos, gordos, delgados, blancos o negros, porque soy yo?
... nos quisiéramos ya fuéramos más o menos listos, más o menos habilidosos, más o menos populares, porque soy yo?
... nos quisiéramos ya fuéramos ricos o pobres, tivieramos más cosas o menos, o un trabajo u otro, porque soy yo?
... nos quisiéramos ya nos salieran las cosas bien o no, cuando acertamos o nos equivocamos, cuando triunfamos y cuando fracasamos, porque soy yo?
... nos quisiéramos si me dices sí y si me dices no, si me das un abrazo o si me das la espalda, cuando me entregues todo tu amor o me regales todo tu desprecio, porque soy yo?
Dirás que estas palabras son muy bonitas, pero que esto es muy difícil. ¿Lo es? Realmente, ¿tan difícil es llegar al Autoamor Incondicional?
¿Qué hizo falta para que amaras a tus padres, que fueran perfectos? ¿Nunca te castigaron sin razón, siempre estuvieron presentes, lo sabían todo, te lo dieron todo?
¿Tuvieron tus hijos que graduarse y luego hacer un Máster para que les amaras de manera incondicional?
Sólo es difícil llegar a un sitio, si no conoces el camino.
Y el camino del Autoamor Incondicional no es otro que la Aceptación.
Aceptar que no tienes un cuerpo 10, que no eres perfecto, que no tienes todo lo que deseas, que no gustas a todo el mundo, que hay muchas cosas en la vida que no te van a salir bien y que no vas a conseguir nunca.
Y aceptar que no necesitas nada de eso para quererte. ¿Por qué? Porque eres tú. Y con eso vale.
Este viernes 15 de Julio de 19:00 a 21:00 estaré dando un nuevo Taller de Autoestima: ¡Soy imperfecto y me alegro! Será diferente a cómo lo he planteado otras veces, no tan mío y sí más tuyo, para que lo experimentes a través del hacer y a través del compartir, y aprendamos de esta manera nuevas formas de vivirnos a nosotros mismos.Y de aceptarnos, valorarnos y amarnos a nosotros mismos.Al fin y al cabo creo que cuando nos damos lo mejor a nosotros, de alguna manera, nos predisponemos para darle lo mejor a los demás.
Y creo que no es ésta una mala premisa, para un mundo mejor. Un abrazo.