En lo que constituye un avance tecnológico pionero, se ha logrado un sistema viable para permitir que los autobuses eléctricos circulen sin tener que detenerse para recargarse. Se recargan mientras circulan.
El OLEV, desarrollado por el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología (KAIST) en Corea del Sur, es un vehículo eléctrico, al que se le ha dado forma y función de autobús, que puede ser recargado de energía mientras está parado o en marcha, eliminando así la necesidad de parar a recargar en una estación. Además, un autobús OLEV no requiere pantógrafos con los que abastecerse de electricidad de cables suspendidos por encima del autobús a lo largo de su ruta.
El nuevo sistema ya se ha instalado, con tramos de recorrido de autobús eléctrico en Seúl y en el campus del KAIST.
Dos autobuses OLEV recorrerán una ruta urbana de ida y vuelta que totaliza unos 24 kilómetros. Manteniendo unos 17 centímetros de espacio entre los bajos de la carrocería del vehículo y la superficie de la calzada de la calle, el autobús recibirá 100 kilovatios de electricidad con una tasa de eficiencia de transmisión de potencia máxima del 85 por ciento.
El OLEV recibe energía de forma inalámbrica gracias a una nueva tecnología conocida como SMFIR e introducida por el KAIST, la cual permite que vehículos eléctricos en marcha reciban electricidad de forma inalámbrica desde la superficie de la calzada. La energía proviene de cables eléctricos enterrados bajo el pavimento, que crean campos magnéticos. En los bajos de la carrocería del vehículo OLEV hay instalado un dispositivo receptor que convierte estos campos en electricidad. La longitud de las bandas de cables instaladas bajo la superficie en la calzada de la calle es por regla general de entre un 5 y un 15 por ciento de la longitud del tramo de calzada que constituye la ruta, por lo que para instalar y enterrar los cables sólo es necesario hacer obras en puntos alternos de la calzada, no a lo largo de toda ella.
El vehículo OLEV cumple con las normas internacionales para campos electromagnéticos, sin sobrepasar el valor límite del nivel de seguridad necesario para garantizar la salud humana. El sistema de cables enterrados actúa también de forma inteligente, distinguiendo autobuses OLEV de automóviles comunes.
El equipo de Dong-Ho Cho, profesor de ingeniería eléctrica y director del Centro para el Desarrollo de Negocios de Tecnología de Transferencia Inalámbrica de Energía del KAIST, planea, si los dos autobuses OLEV dan buenos resultados en los próximos meses, preparar la puesta en servicio para 2015 de diez más de estos singulares autobuses.
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