Autores: Gustavo Roldán

Buenos días, ¿Cómo están? yo aquí madrugando (ja, en realidad programando la publicación de esta entrada). El día de hoy quise traer esta entrada con una recomendación de autor y un par de reflexiones bien breves. Todo empezó un caluroso día de... ok, todo empezó cuando decidí cursar una materia llamada Literatura Infantil y Juvenil. 

Mi motivación fue propia del pasado, resulta que al crecer no tuve casi nada de contacto con eso que llamamos literatura infantil/y juvenil. A diferencia de muchas historias donde desde la infancia se leen cuentos, rimas, canciones, etc., mi camino por la literatura empezó con un libro de cocina (porque tenía pocas palabras y muchas imágenes con cosas realmente deliciosas jaja). 

Si bien conocía un par de autores y títulos, nunca había calado hondo en mí hasta que pensé bueno, vamos a saldar esa deuda del pasado y qué mejor forma que unir ese deseo pasado a un proyecto del futuro, donde en mi formación también considero importante el lugar de una literatura que se teje desde la infancia para darle su merecido  espacio en las aulas. Así que el día de hoy, les presento (o recuerdo, si ya conocían) a un autor que me gustó mucho: Gustavo Roldán.

Lo que me llamó mucho la atención de este autor es su característica de escritor de "provincia" como se dice. Muchas veces solo nos llegan autores de capital, el centro y nada más. Así que encontrar que este autor se hizo lugar fue muy interesante. Nace en el año 1936, en la provincia de Chaco (Argentina). Allí pasó sus primeros años, rodeado de naturaleza, su espacio favorito era el monte chaqueño. Si bien:" No había libros en ese lugar pero existían cuentos todos los días. Los domadores, los arrieros, todos los hombres que trabajaban con las vacas, cuando volvían, tarde, preparaban un fogón para hacer el asado y mientras tomaban mate contaban cuentos que hace cientos de años que circulan por el mundo: cuentos de Pedro Urdemales, de la luz mala, de aparecidos, de miedo... todos los cuentos folclóricos."
A los 12 años se muda con su familia a Córdoba. Lugar que al principio no le “convencía”, no era su monte pero encontró mucho de lo que le gustaba. Teatros, librerías, bibliotecas, cines, “cosas de la gran ciudad”. Continúo sus estudios, recibiéndose de licenciado en letras. Había encontrado un lugar para prosperar, hasta que en el 76, “los muchachos de uniforme” (referencia a la dictadura en territorio argentino) decidieron que debía irse. Ya en Buenos Aires declara que su nombre “no podía figurar públicamente” y “no podía ir a buscar trabajo en profesorados o institutos pero si podía ser carpintero”. Su labor como escritor de literatura infantil nace del pedido de sus hijos. A partir de los cuentos que él mismo les había contado en su infancia y que en ese momento, ya grandes, ellos recordaban. Así nace su primera obra, El monte era una fiesta, publicada en 1984. Otras de sus obras son:

• Un pájaro de papel
• Cuentos del zorro
• El carnaval de los sapos
• La canción de las pulgas
• Historias del piojo
• Cuando el río suena
• y muchos más...

Gustavo Roldán pertenece a la vertiente más regionalista y folklórica, sus cuentos abordan a animales como coatíes, sapos, lechuzas, pulgas y más, mientras que los espacios son el rio, el monte, aunque muchas veces las aventuras de estos animales hacen referencia a la vida de la ciudad. Esto hace tan llamativos a sus cuentos, el poner animales en escena que discuten igual que personas. Con temas de discordia que muchas veces nos remiten a situaciones de la vida cotidiana. Así el autor inserta el elemento político, la importancia de contar con una voz propia para defender nuestros derechos. En uno de sus cuentos por ejemplo, una pequeña hormiga logra revolucionar a otros animales, algo que no sería esperable de su pequeño tamaño. Esto me gustó mucho ya que a menudo, se mantienen algunos temas fuera de la esfera de lo infantil porque son cosas que "no van a entender".
Otro aspecto muy disfrutable de su obra es que funciona como un testamento de amor hacia sus raíces, el monte que tanto disfrutó. Sobre el monte dice “siempre pensé que era el lugar más hermoso del mundo”. Roldán encuentra en el monte chaqueño un espacio único donde andaban toda clase de bichos, allí aprendió a conocer a los animales, a estar con ellos, a criarlos. Se encontraba feliz, recuerda, subiendo y saltando en los arboles. Comenta que al regresar a su provincia notó que “se achicó el monte o yo crecí, o las dos cosas”. Creo que todas las personas tienen un lugar especial, que añoramos y llevamos en nuestros corazones, que ese lugar sea el monte para Roldán es algo que se refleja mucho en sus cuentos.
Y es que Roldan no encierra a los animales y plantas detrás de un cristal para que los lectores simplemente vean (como los famosos carteles, Solo ver, prohibido tocar). El autor suma a los lectores para que conozcan y se diviertan. Como indica en su Carta a los chicos:
“Si logran trepar a un árbol, entonces, para ustedes y para mi, el monte será una fiesta.”
 La poética de Gustavo Roldan aborda elementos como lo político y el humor desde sus propuestas con animales regionales. Su figura como autor de provincia y las elecciones para su poética lo asimilan a un sapo de otro monte, su monte, aquel donde paso su infancia imaginando y jugando, desde donde plantea inquietudes y risas al alcance de todos. Estas características hacen que lo encuentre tan interesante y haya decidido compartirlo en esta entrada. ¿Ustedes leían (o les leían) autores de literatura infantil?
Ahora cuando vuelva a darme una vuelta por la librería de usados voy a fijarme qué encuentro en la sección de infantil. Saludos y nos leemos ❤