Autorresponsabilidad, el verdadero ejemplo de liderazgo

Hace algún tiempo escribimos un post titulado: Excusas útiles en la oficina. Y hoy volvemos a hablar de Excusas por una razón. Decía Brian Tracy el otro día en una entrevista que "el verdadero ejemplo de liderazgo y madurez es aceptar la propia responsabilidad".
Toda la gente que vuela alto pone el foco de sus resultados (tanto buenos como malos) en ellos y no en circunstancias externas. Si les va bien, se alegran porque están haciendo las cosas correctamente (aunque no se acomodan); si les va mal, entonan el mea culpa y buscan aquello que no están ejecutando oportunamente. Porque en realidad todo depende de 4 cosas:
1. Tener los Objetivos claros: la mayoría no sabe lo que quiere y quién sabe lo que quiere lo expresa de manera muy poco concreta, de manera vaga y difusa. Lo decía Séneca: "No hay buen viento para quien no sabe a dónde va". Quien no tiene claridad de metas es como una veleta que queda a merced del viento que sopla.
2. Tener el Método oportuno: es decir, hacer lo que hay que hacer. Adoptar las herramientas, procesos y técnicas para conseguirlo. Otras personas, probablemente, ya han pasado por donde tu estás, aprende de ellos. Lo apuntaba Bertrand Russell: "La mejor prueba de que algo puede hacerse es que alguien antes ya lo hizo".
3. Tener Disciplina férrea: es decir, perseverar para alcanzar. ¿Qué pasa con mucha gente que hace dieta y abandona? ¿Y los que se apuntan al gimnasio? ¿Y los que quieren aprender un idioma? Lo decía Truman Honoré de Balzac: "La constancia es el fondo de la virtud". Detrás de cualquier logro hay mucha reciedumbre.
4. Tener Capacidad para reinventarse: nada es eterno. Ninguna biografía, ni en lo personal ni en lo profesional, es una línea recta. Cuando vienen malas dadas, la flexibilidad, la agilidad, la creatividad, la austeridad, son fundamentales. Nunca hay que dejar de aprender y estudiar.
El ser humano tiene una asombrosa facilidad para explicar el éxito debido a factores personales (soy bueno, me lo he trabajado, llevo mucho tiempo en ello...) y el fracaso debido a causas ajenas a ellas... Es una mirada de la realidad asimétrica.
Una pregunta: ¿Por qué todo el mundo achaca el cierre de sus negocios a la crisis y nadie achaca sus éxitos al crecimiento económico?
Y otra más: ¿Realmente ha sido la crisis la causa del cierre de tu empresa o tu incapacidad para prever por dónde iban las tendencias, o previéndola te has dormido, o nunca quisiste escuchar a nadie, o has sido incapaz de readaptarte, o pensaste que tus ganancias iban a ser eternas, o en tiempos de bonanza te excediste con los costes, o nunca guardaste un colchón por si acaso, o simplemente que tu negocio no da más de sí y se ha agotado...?
La crisis es el detonante, pero no la causa. No te ahogas porque te hayas caído al agua (crisis) sino porque no sabes nadar (causa). Si quieres justificar el cierre de tu negocio a la crisis, vale, pero comprenderás que es razonable que entonces se atribuya el motivo de tus buenos resultados a la inercia de la Economía. En épocas de crecimiento económico (segunda mitad de los 90), se abrieron muchas empresas y franquicias inmobiliarias. Cualquiera que abriese una en cualquier barrio ganaba dinero. Había demanda. Hoy han desaparecido el 90%. ¿Cuál es el motivo del cierre? ¿Y el de las ganancias?
No es un problema que te hayas equivocado, todos cometemos errores y también pecamos de soberbia y orgullo en algún momento, sino que no aceptes tu responsabilidad. Excusitis, Quejiquitis, Victimitis, Culpabilitis... son rasgos de personas que no aceptan su responsabilidad y buscan que otros les resuelvan la vida. Si pones la responsabilidad en ti mismo estás a tiempo de que te vayan mejor las cosas desde ya porque tus resultados dependen de lo que tú hagas, mientras que si la causa de tus males es la crisis, entonces tendrás que esperar que pase para que te empiece a ir bien otra vez... Y cuando será eso no lo sabemos. Si la Economía enseña algo (muy poco) es que tras un ciclo bueno viene otro malo y tras uno malo otro bueno, pero cuándo y con qué profundidad no lo sabe nadie. Si esperas a que Rajoy te saque de la crisis, o la reforma laboral, o la Patronal, o el Espíritu Santo... mal vamos. No te preguntes qué va a pasar sino qué voy a hacer. La realidad es la que es no la que nos gustaría que fuese, la forma en que salimos adelante es lo que marca la diferencia. Mirar hacia atrás y culpar a la subprime, a los banqueros, a los corruptos... te puede servir para desahogarte, pero no soluciona nada.
Cerrar negocios es algo habitual (todo tiene su ciclo de vida), y cada vez será más y más común y en periodos más breves. Si eso ocurre cada vez más gente quedará en el paro. Cada vez habrán más freelances y autónomos que tendrán que vender sus servicios porque las organizaciones están obligadas a configurarse sin mucha grasa, que sean atléticas. En este contexto hay que instaurar el Concepto BLV: Búscate La Vida... O lo que es lo mismo: nada dura para siempre; vales tanto como tu última obra; lo importante son tus talentos no el sector en el que trabajas; la capacidad de reinventarse es vital porque todo cambia rápido; el networking será cada vez más importante; el marketing, la comunicación y la marca personal cobran mucho más protagonismo; la flexibilidad y la movilidad son claves; las habilidades de venta más relevantes que nunca; etc, etc, etc...
Hoy he recordado el libro Las Leyes del Fútbol (Temas de Hoy, 2000), de Daniel Samper y Rafael Gordillo. Y lo he recordado porque el tema de las Excusas en el fútbol se lleva mucho, y dado que llevamos unas semanas moviditas con los Madrid-Barça de Copa Rey (y sus consecuencias sucesivas: Mourinho, Pepe, etc), viene al pelo. Varios ejemplos:
Frases que NUNCA OIRÁ en una rueda de prensa:
– El mal estado del campo nos benefició.– El árbitro perjudicó gravemente al equipo contrario.– El gol nuestro nunca ha debido subir al marcador porque hubo fuera de juego previo.– No entiendo cómo pudo el árbitro pitar ese penalti a favor nuestro.– Es increíble la cantidad de errores que cometí.
Frases que NUNCA DEJARÁ DE OÍR en una rueda de prensa:
– Son cosas del fútbol.– Hemos creado muchas ocasiones.– El fútbol es injusto.– El árbitro no estuvo afortunado.– El fútbol es así.
También en esa misma publicación se recogen las explicaciones post derrota habituales en orden ascendente de credibilidad:
1) El árbitro.2) La mala suerte.3) El campo.4) Las lesiones.5) El calendario apretado.6) El juego violento del rival.7) Nos confiamos.8) Los muchachos no aplicaron mis instrucciones.9) Ellos fueron mejores.10) Me equivoqué.11) Si todo lo anterior falla: el fútbol es así.
Pongamos algún ejemplo concreto en función del resultado:
– Si se ha perdido por 0–1: “La clave de nuestra derrota fue el momento en que nos hicieron el gol”.
– Si se ha perdido por 0–2: “La clave fue el segundo gol de ellos”.
– Si se ha perdido por 0–3: “La clave fue el gol que nos hicieron en el primer tiempo”. Si no ha habido gol en el primer tiempo: “La clave fue habernos confiado porque no nos hicieron gol en el primer tiempo”.
– Si se ha perdido por 0–4: “Hasta el tercer gol de ellos estábamos jugando bien”.
– Si se ha perdido por 0–5 ó 0–6, etc.: “El último gol nos hizo perder la concentración”.
En el plano personal y empresarial, hoy me he hecho las siguientes preguntas:
– ¿Por qué todo el mundo achaca el cierre de sus negocios a la crisis y nadie achaca el éxito de sus empresas al crecimiento económico?...
– ¿Por qué creemos que todas las etapas de crecmiento económicas son objetivas y fundadas y las crisis son subjetivas y excesivas?
– ¿Por qué cuando la Bolsa sube se dice que los fundamentos de la economía real real respaldan la subida y cuando baja que la economía financiera no tiene nada que ver con la economía real?
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* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes leer la Entrevista a Pablo Adán, autor del libro "Los pasos de Camper"..  
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