Las venas varicosas son un trastorno frecuente en las piernas, especialmente de las mujeres. Son venas hinchadas e incurvadas que llegan a ser dolorosas.
Aparecen también después del embarazo. Los síntomas iniciales son: hinchazón, dolor y despigmentación de la piel.
Hay que tener en cuenta que también pueden ser debidas a un trastorno como una enfermedad renal o hepática o un fallo cardíaco.
En sus fases iniciales pueden tratarse con medias especiales o vendajes elásticos.
Tratamientos y avances
Cirugía
El método de cirugía tradicional está indicado en el tratamiento de grandes varices, pero implica el riesgo propio de las operaciones invasivas con uso de anestesia. Además pueden quedar cicatrices y no está indicado en pacientes mayores, o con enfermedades asociadas.
Radiofrecuencia o láser
Mediante un catéter bipolar o una fibra láser se aplica calor en el interior de la vena con el fin de destruirla. Está indicado para venas con trazado lineal o de calibre moderado, pero no para las venas irregulares, o que presentan ramificaciones o excesiva dilatación.
Microespuma
El método consiste en inyectar una microespuma farmacéutica en la vena enferma, mediante la cual se consigue un desplazamiento de la sangre permitiendo tratar las pasredes internas. Los resultados son eficaces en la mayoría de los casos y tiene pocas contraindicaciones.
Ventajas de la microespuma
- Apenas produce molestias
- Buenos resultados en pocas sesiones
- No requiere hospitalización
- Se puede utilizar en pacientes de edad avanzada
- No se precisa baja laboral
- Puede aplicarse a problemas que carecían de una solución específica, como úlceras venosas o malformaciones vasculares.