Revista Bares y Restaurantes
Ávila es una de esas ciudades donde el paso del tiempo parece que se ha detenido y al entrar en ella te encuentras sumergido en una historia de caballeros, princesas y dragones.
SU MURALLA es majestuosa y presenta un estado excepcional, como si su construcción no datara del siglo XII. Tiene gran parte de culpa la restauración de la que fue objeto y una conservación excelente.
Encierra el casco antiguo de la ciudad y merece la pena perderse por sus calles buscando cada una de sus 9 puertas, denominadas arcos, contando a la salida de cada una de ellas con una iglesia.
Son famosas las IGLESIAS de Santiago, San Vicente, Santo Tomé, San Pedro, San Juan y la de La Santa. Y ya fuera de la muralla destaca la Iglesia de San José "Las Madres". Imprescindible también la Catedral del Salvador de Ávila y su portada románica.
* EL BUEN YANTAR
Saliendo de la plaza del Mercado Chico, encontramos El Buen Yantar. Simplemente una parada obligatoria para comenzar con un aperitivo. Es un lugar que posee una completa barra de tapas (¿quien decía que las tapas incluidas en la bebida era solo costumbre andaluza o extremeña?) donde incluso te dan a elegir. Irresistibles croquetas de matanza o morcilla, carne guisada, ensaladilla rusa, tortilla, chorizo al vino, morro y unos torreznos de campeonato. Por supuesto las conocidas papas revolconas que te matan el hambre de un plumazo.
Todo a precios sin competencia y acompañado de vinos del lugar o de la Ribera del Duero o Rioja. También poseen amplio comedor con menú del día para continuar.
* MESON DEL RASTRO
El Mesón del Rastro es un lugar campechano y castizo como ninguno. Tiene dos zonas diferenciadas además de las habitaciones de su hostería. Por un lado el bar, dominado por cabezas de caza en sus paredes altas y presididas por una imponente jirafa. Una barra donde tapear y hacer más llevadera la espera de la mesa.
Luego está el comedor tras atravesar una cocina campera con chimenea y decoración rústica y castellana.
Nos encantó que nos aconsejaran sobre la calidad y cantidades con sinceridad, nos diferenciaran la chuleta de Ávila del chuletón y con que vino acompañar.
Así disfrutamos de una comida completamente típica con las obligatorias judías del barco (plato muy sabroso a base de judías blancas, chorizo y morcilla) y las patatas revolconas (masa a base de patatas y pimentón). No faltó el sabroso chuletón y también un plato de cochinillo, en su punto y de sabor inmejorable.
La operación biquini la dejamos a un lado, con estas recetas tradicionales donde los guisos tenían la obligación de llenarte de energías para las duras jornadas.
La culminación llega con un surtido de postres caseros: tocino de cielo, natillas, flan y tartas caseras como la de queso (eso sí, sin galleta).
Por menos de 25€ persona pudimos disfrutar de este desfile gastronómico abulense.
* LA FLOR DE CASTILLA:
Imposible regresar a casa sin una cajita de las famosas yemas de Santa Teresa, y donde mejor que hacerlo en la clásica pastelería La flor de Castilla.Pastas de recetas ancestrales, dulces típicos y productos gourmet, todo por añadidura a sus exquisitas yemas.El buen tiempo además, permite disfrutar de una copita en su terraza acompañada de alguno de sus dulces.
EL MERCADO MEDIEVAL: Comienza el primer viernes del mes de septiembre, en el que se mezclan tres culturas: cristiana, musulmana y judía, reproduciendo los zocos propios de la época y acompañando de diversos espectáculos y pasacalles durante tres días.
CONCURSO PINTURA RÁPIDA: Todos los años tiene ocasión por el mes de junio y nosotros tuvimos el placer de presenciar la XXIII edición. A lo largo de la mañana del sábado, los artistas eligen diferentes puntos de la ciudad para retratarlos y a partir de las 16h se pueden observar todos en la Plaza de las Madres donde el jurado elige a los ganadores.
¡FELIZ SEMANA!