El avión roquero Ptynoprogne rupestris es un paseriforme de la familia de los hirundínidos, que comparte con otros aviones como el común o el zapador, y con las golondrinas. Como todos sus parientes es un ave especializada en la explotación de los medios aéreos, y a diferencia de todos ellos permanece en Asturias en invierno, época en la cual es el único hirundínido que se puede observar, llegando incluso aves desde otros lugares de su zona de cría.
De tonos pardos, ocráceo por encima y más claro por debajo, el avión roquero es un poderoso volador que vive asociado a los roquedos, de ahí su nombre, criando en zonas de cantil. Sin embargo en algunas localidades asturianas se desarrollan pequeñas colonias de cría, como ocurre por ejemplo en la villa de Salas, donde se encuentran algunas parejas en el casco antiguo. Es frecuente verlo posado en los aleros, hecho nada habitual en otros lugares.
Visto de cerca se puede comprobar su garganta manchada de oscuro, un rasgo distintivo, y en ocasiones como los ejemplares se arreglan y atusan su plumaje.
En la localidad de Salas incluso se puede contemplar algún nido de esta especie, algo nada habitual a diferencia de sus congéneres. El nido, como se puede ver en esta foto, presenta forma semiesférica, es una auténtica copa revestida de plumas y pajitas mezcladas con el barro y siempre bien guarnecido. En esta época se han producido ya las puestas y podemos ver a la hembra incubando los huevos.