Editorial: Kairós Páginas: 312 ISBN: 9788499882451Precio: 14,42 € + IVA . Disponible en ebook por 4,95 € + IVA
Sinopsis
Desde su retiro en el Templo Kôfukuji en Nagasaki, Vicente Haya -considerado ya como el mayor experto en haikus de lengua castellana- acomete en Aware la prodigiosa tarea de explicar en un solo libro todo lo que hay que saber haiku.
El autor establece 88 puntos fundamentales a fin de entender el haiku, y para ilustrarlos traduce directamente del japonés 262 haikus. Muchos de ellos -y no pocos de autores célebres- contienen errores que, con magistral claridad, Vicente Haya va diseccionando para que podamos captar y entender en qué consiste un buen haiku. Su lectura es tan amena como apasionante, ya que va desde la crítica mordaz a un tono poético que entra en el ámbito de lo místico. De ahí que haya titulado este libro Aware: el término que resume la noción de emoción estético-religiosa que en el japonés despierta la Naturaleza.
Reseña
Libro indispensable para entender en profundidad el haiku.
¿Qué es un haiku? Cualquiera no experto en este tema me puede decir: "es un poema japonés". Sí. Correcto. Pero, ¿en qué se basa? Muy poca gente se puede imaginar la complejidad que tiene este estilo de poesía japonesa. No me podía imaginar lo que conlleva un auténtico haiku. Y Vicente Haya, el mayor expertos en este tema de habla castellana, regala al lector una clase magistral como pocas de cómo se debe construir un haiku para que sea bueno. Para ello, Vicente muestra poemas perfectos, poemas regulares, y, como dice él, auténticas "aberraciones" para el estilo.
A través de 88 temas divididos en cinco partes, Vicente crea en el lector una visión completa de estos hermosos escritos, que cuando lo lea no solo vea palabras en versos de métrica 5-7-5. Os dejo el índice de las partes.
- Condiciones Elementales del Haiku
- El Tono y la Temática del Haiku
- El Haiku como expresión de lo Sagrado
- Secretos del Haiku bien construido
- El Haiku es un camino de extinción del "Yo"
Más cosas que, a rasgos generales, me han impresionado. El haiku no es un estilo literario. Es una forma de expresar el asombro, pero está muy mal visto el usar florituras y recursos literarios para aderezarlo; es más, esto es uno de los 88 capítulos. ¿Qué asombro expresa? La Naturaleza, el Aware, palabra que le da título al libro y se que explica de una forma fácilemente entendible, pero comprendiéndose la profundidad del sentimiento.
Vicente Haya no solo se preocupa de que el lector comprenda todo lo que un haiku tiene que poseer, si no que también hace una comparación entre Occidente y Oriente. Además de esto, el autor muestras cómo es la mentalidad japonesa. Un ejemplo es este párrafo: "Con toda seguridad, el tema de la compasión universal no es sino una huella de la sensibilidad budista [...]. El japonés es un individuo al que se le ha educado para no dejarse llevar por emociones personales que le hagan actuar por su cuenta, sea movido por la compasión o por cualquier otro sentimiento. Las necesidades del grupo no contemplan, más que como una carga, la existencia de miembros inactivos, parásitos o débiles". Y como esta, muchísimas más. Alguna sobre cómo es el japonés en sociedad, otra cómo ven la literatura. O, simplemente, cómo viven el haiku. Así mismo, el autor hace un repaso por el haiku desde que nació hasta hoy en día, ya sea mediante la comparación de autores, o explicando las diferencias en cuanto al estilo.
En un momento del libro el autor dice una verdad incuestionable. En el mundo literario occidental, ya sea en poesía o en novela y relatos, solo se muestran los escritos buenos o muy buenos. En Japón eso no existe; se publican antologías de haikus con algunos que son auténticas obras de arte al lado de otros que no merecen ni ser llamados "poemas". ¿Qué ha pasado? Que en Occidente, al llegarnos sólo los buenos, creemos que los haijin (poetas del haiku) solo escriben maravillas. Nada más lejos de la realidad.
Ilustración de la haijin Chiyo-niKamo wataru gekka roteri no oto mo nashiShûôshi"Los patos salvajes cruzan el cielo,la Luna, las cañastambién en silencio"
Aru toki no kokoro no mugoku kemushi yakuSuzuki Masajo"Por aquel entoncesyo no tenía compasión:quemé una oruga peluda"
Tsurigane ni tomarite nemeru kochô kanaBuson"Deteniéndose en la campana del temploduermeuna mariposa"
Koke musu niwa no iwashimizuTsuji Yoshie"El sonido del agua entre las piedras del jardincubiertas de musgo"
Vicente Haya hace una cosa muy buena en esta obra. Publica haikus buenos, malos (como el segundo, de Suzuki), geniales y "basura", comparándolos, mostrando qué hay que hacer y qué no para escribirlos. Y un detalle interesante: algunos autores escriben maravillas y aberraciones a la vez. ¿Qué es un escrito "basura"? Es algo tan complejo, con tantos matices, que es mucho más sencillo que el lector lea esta obra. Pero, para esclarecer un poco, el haiku más bellamente construido es pésimo si el haijin habla de sí mismo.
En cada tema hay mínimo un haiku o dos que demuestran lo que el autor ha querido explicar en ese capítulo. Están escritos en japonés, con kanjis y en romaji, con su autor y luego su traducción, como se puede observar más arriba. La traducción puede ser de dos tipos: la habitual, es decir, traducción libre del haiku para que quede bonito al castelano, o la traducción literal para explicar algo en concreto, aunque luego se muestra la traducción literaria. El japonés es un idioma raro, cuyas frases no se constuyen como venimos acostumbrados en el castellano, inglés, francés y demás, y, por lo tanto, la traducción literal no tiene nada de literaria. Para Occidente, digo.
A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, no es en absoluto un texto pesado. Otros manuales que he leído sobre el mundo japonés, como pueden ser el Hagakure (código de los samuráis) y el Basenshukai (reglas de los ninjas), son muy técnicos, muy sobrios. Son libros de texto. En cambio, esa obra está escrita de manera que el lector aprenda y se entretenga. Hay partes que es imposible no soltar una sonrisa, otras más serias, incluso filosóficas, que dan que pensar. Pero todo ello está con un lenguaje que no solo no aburrirá al lector -partiendo siempre de la premisa que gusta el tema-.Como ejemplo a lo que he dicho, os dejo dos párrafos, y me vale para cosas que dije al inicio: "Tenemos que ser conscientes de que su éxito (el del haiku) se debe a claves internas que han de ser asumidas antes de pretender que lo que nosotros estemos escribiendo sean haikus. O, de lo contrario, caeremos en el "Síndrome de Benedetti", esa enfermedad de los poetas occidentales que una vez que han llegado a cierta reputación en su mundo tratan de escribir haikus sin el menor conocimiento previo y, a resultas, vomitan poemas breves a los que llaman "haikus" del estilo de:
Cuando muerano se olviden de enterrarme con mi bolígrafo
Una cosa es que nos salga un haiku malo y otra cosa es faltarle el respeto a la civilización que concebió este género. Antes de leer lo que publicó Benedetti [...], yo creía que un occidental nunca sería capaz de prostituir tanto un género [...]." Duro y directo. Vicente Haya no se corta un ápice cuando habla de haikus malos, ni entre los grandes maestros japoneses del haiku.
Tengo que dejar claro que no es una lectura ligera, y ese puede ser el "pero" que le ponga. No se puede leer esto a modo de relajación después de haber estado estudiando. Se puede, pero no llegará el lector a comprender todo lo que pone. Hay que estar lúcido y fresco. Yo lo he leído de camino a la universidad, nada más levantarme los fines de semana o días sin carga de estudios. He intentando leer sus páginas a modo de relajación tras un duro día de estudio, pero lo único que gané fueron dolores de cabeza. O será que leo intentando comprender todo, y más cuando me enseñan algo.
A modo de conclusión decir que, trar leer el libro, valoro mucho más los haikus. Crear uno de gran belleza es difícil y requiere ríos de tinta en haikus malos. Prometo seguir investigando en el tema, y el día que me vea preparado, poner en práctica todo lo aprendido.
Nota
Yo también he cometido el típico error occidental. Los haikus que he puesto son algunos de los que más me han gustado y, por tanto, de los mejores. Menos el segundo, que siendo malo lo he puesto a propósito.