Revista Salud y Bienestar

Ayuda humanitaria internacional: ¿anestesia de 3° categoría para pacientes del 3° mundo?

Por Lemalpartida
Ayuda humanitaria internacional: ¿anestesia de 3° categoría para pacientes del 3° mundo?
Un país asiático, musulmán, pobre y en guerra, ocupado por tropas  de la OTAN. Muchos muertos y heridos en frecuentes actos terroristas. Una ciudad fronteriza al norte que antes era tranquila ahora es sede de frecuentes atentados. Nos convocan a trabajo de ayuda humanitaria en anestesiología pues la situación violenta y el inicio del retiro de los soldados de la OTAN anticipa el empeoramiento de la situación y la necesidad para muchos seres humanos de cirugía de urgencia. Se anuncia la apertura de un Centro de Atención de Trauma para el mes de julio. Muchas expectativas, abundantes esperanzas en la población y en los bandos en conflicto.
Mientras tanto, visitamos un hospital en la periferia de la capital del país. Aceptamos una gentil invitación de la pediatra para acompañarla en la visita médica. En hospitalización observamos a un niño de tres años con quemaduras de 2° y 3° en tórax en un 10% de superficie corporal a punto de ser sometido a una limpieza quirúrgica. Están el cirujano -un aparentemente simpático abuelito alemán-y el enfermero anestesista -un joven profesional de la localidad.
Ayuda humanitaria internacional: ¿anestesia de 3° categoría para pacientes del 3° mundo?
El papá sujeta a la asustada criatura y comienza la limpieza quirúrgica... sin anestesia. El pobre niño grita de dolor y se desespera. El papá lo sujeta más fuerte. Sugiero se le administre anestesia.
-No es necesario, colega- manifiesta el cirujano. Es algo simple y rápido.
-Pero el niño se queja de dolor- respondo. Le puedo administrar una pequeña dosis de ketamina y atropina y...
-Es que no estamos en sala de operaciones y si le pones anestesia se va a quedar muy dormido.
-¡Pero le está doliendo, caraxo!
Ayuda humanitaria internacional: ¿anestesia de 3° categoría para pacientes del 3° mundo?
Escribo a continuación lo que le dije al carnicero que se oculta tras una cara de abuelito bonachón: "Oye, tío. Nosotros los habitantes del tercer mundo aceptamos y agradecemos tu ayuda humanitaria siempre y cuando tu atención médica sea tal y cual la brindas en tu país. No existen pacientes niños del primer mundo, a quienes Dios bendice con anestesia para sus operaciones, ni pacientes niños de países pobres del tercer mundo a quienes el demonio los tortura con el más horrible de los dolores que da una operación sin anestesia. Simplemente existen pacientes niños que esperan lo mejor de nosotros los médicos. Ten cuidado, porque si haces esto en tu país vas preso, y si vuelves a hacerlo aquí, frente a mi, vas a saber quién soy.

Ya empezó agosto. El hospital en la norteña ciudad fronteriza aún no está listo. Un terrible atentado contra una compañía de seguridad sacude a la población. Apoyamos trasladando en helicóptero a la capital a un joven oficial europeo a la capital. Pero los heridos de la localidad y sus familiares reclaman por el hace mucho tiempo prometido "centro de trauma", que luce ante ellos como un elefante blanco.
Ah, carajo. ¡Estos gringos de la ayuda humanitaria! Son muy buenos en las hambrunas, en las epidemias, en los terremotos e inundaciones. Pero en shock-trauma, cirugía de urgencia y cuidados intensivos todavía están "crudos".

Volver a la Portada de Logo Paperblog