Revista Salud y Bienestar
Seguro que últimamente estás escuchando mucho hablar del azúcar, que si añadido, que si propio de los alimentos… ¿Son todos iguales? La respuesta es NO. De hecho, ya llamarlos azúcares no es correcto. Lo correcto es llamarlos hidratos de carbono (son estructuras formadas por moléculas de azúcar).
La OMS (Organización Mundial de la Salud) dicta que no debemos superar los 30g diarios, pero la realidad es que los superamos y con creces!!
Dentro de los hidratos de carbono, existen dos tipos: los hidratos de carbono complejos y los hidratos de carbono simples, que se diferencian entre sí por la cantidad de moléculas de azúcarque contengan, y esto dará lugar a distintas reacciones en el metabolismo.
Explicado de una forma sencilla:Los hidratos de carbono simples, al estar formados únicamente por una o dos moléculas de azúcar, son fáciles de digerir, ya que se descomponen de forma rápida y entran muy fácil en sangre, dando lugar a un pico de glucosa, que desencadenará un torrente de insulina, convirtiendo este azúcar en grasa.Los hidratos de carbono complejos, al estar formados por varias moléculas de azúcar, es más complicada la digestión, se liberan al torrente sanguíneo de una forma lenta, necesitando menos insulina y por lo tanto menos grasa.
Los hidratos de carbono simples, están presentes en los productos refinados: azúcar de mesa, harinas refinadas, miel, refrescos, galletas, etc.Los hidratos de carbono complejos, están presentes en las patatas, cereales integrales, legumbres, verduras, etc.
¿Necesitamos azúcares esenciales para vivir?Sí, el combustible que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa uno de los azúcares con mayor presencia en los alimentos, pero en nuestra mano está, en qué forma le damos esta glucosa.
De una forma más saludable, a través de los hidratos de carbono complejos, o de una forma más dañina, que sería a través de los hidratos de carbono simples.
Así que en vuestras manos está elegir qué tipo de combustible queréis darle a vuestro organismo!!