Revista Espiritualidad
Voy a hacer una confesión.
Porque es bueno contar tus debilidades.
Y me confieso adicta.
Adicta al azúl.
Al azúl del cielo cuando amanece y se abre al nuevo día,
al de la noche cuando se cuaja de estrellas y luceros,
al del mar cuando enfurece y nos muestra su fuerza,
cuando está en calma y refleja la luz,
cuando la luna se baña en su espejo.
Adicta al azúl de tu mirada,
tan azúl.
MFFP.