La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, promulgó este viernes una profunda reforma tributaria, una de las medidas más emblemáticas de su gobierno, mediante la cual pretende recaudar 8.300 millones de dólares anuales para financiar una reforma educativa y gastos sociales.
"La reforma tributaria recaudará alrededor de 8.300 millones cada año, con lo que aseguraremos financiamiento permanente para aquellas transformaciones comprometidas en áreas como educación, salud y protección social", anunció Bachelet durante la promulgación de la ley.
La promulgación de esta reforma se constituye en un triunfo político para la mandataria chilena ya que con ello cumple una de sus principales promesas de campaña, a tan sólo seis meses de haber comenzado su mandato.
"Me comprometí que el acento de este gobierno estaría en disminuir las injustas brechas que separan a nuestros compatriotas y que dificultan nuestro crecimiento (...) Esta reforma tributaria se inscribe dentro de este esfuerzo", afirmó Bachelet.
Más de la mitad de lo recaudado por esta reforma será utilizado para la financiación de la Reforma Educativa, otra de las medidas programáticas importantes del gobierno de Bachelet, actualmente en debate en el Congreso, mediante la cual se pretende impulsar la gratuidad y mejorar la calidad en la educación escolar y universitaria.
La norma incluye además un incremento gradual de impuestos a las grandes empresas, de un 20% a un 27%, medidas para disminuir la evasión e incentivos al ahorro y la inversión, en medio de la desaceleración que padece la economía chilena, cuya estimación de crecimiento para este año se redujo en un rango de 2,5%-3,5% a 1,75-2,25%.
Además de las reformas tributaria y educativa, Bachelet también se ha comprometido a promover una nueva Constitución, que acabe con la que fue impuesta en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).