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Bacterias que engullen el petróleo del golfo

Publicado el 27 agosto 2010 por Jordiguzman

Con el vertido de Deepwater Horizon por fin cortado, los investigadores esperan que los microbios marinos les ayuden a engullir los

Bacterias que engullen el petróleo del golfo

Las bacterias como las de arriba (en verde) poco a poco devoran los restos del derrame de BP. Crédito: Science/AAAS

millones de barriles de petróleo que aún merodean por el golfo. El primer estudio revisado por pares sobre el petróleo – publicado la semana pasada – sugería que los microbios no estaban haciendo gran cosa, no obstante, al menos en el penacho analizado. Pero un estudio publicado hoy, que echa un vistazo a los propios microbios, encuentra que las bacterias comedoras de petróleo están llegando en manadas al vertido, aunque no está claro cómo de rápido lo digieren.

Las bacterias consumen petróleo más o menos de la misma forma en que los humanos metabolizamos la mantequilla, dice el oceanógrafo Richard Camilli de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts, autor principal del informe de la semana pasada. Toman el oxígeno e hidrocarburos – moléculas de carbono e hidrógeno en el penacho (que también aparecen en las comidas grasas como mantequilla, margarina y aceites vegetales) – y expulsan CO2 y residuos biológicos. Es algo que han estado haciendo durante milenios en el Golfo de México. “Con toda esta filtración, incluyendo los 150-190 millones de litros al año que se filtran de forma natural en el golfo, habríamos tenido los océanos cubiertos con capas de petróleo si no estuviesen ahí para degradarlo”, dice Alan Mearns, ecólogo marino de NOAA con sede en Seattle, Washington, quien no estuvo afiliado a ninguno de los estudios. Los investigadores esperan que este proceso, llamado biodegradación, pueda ayudar a acabar ahora con la contaminación petrolífera del golfo.

Para ver si esto está teniendo lugar en realidad, un grupo de microbiólogos de la Universidad de California en Berkeley, recopilaron muestras de agua marina de un penacho a 1100 metros bajo la superficie del océano – en la misma posición que uno de los penachos detectados por el equipo de Camilli – y el área de alrededor no contaminada. Liderados por el microbiólogo Terry Hazen de la UC Berkeley, el equipo observó el agua tanto de dentro como de fuera del penacho, analizó su química, física e incluso el ADN de sus habitantes. Los resultados, publicados on-line hoy en la revista Science, ofrecen algo de consuelo: Las bacterias oceánicas son conscientes de la invasión petrolífera de su territorio, y están actuando en consecuencia.

El equipo de Hazen encontró que los microbios dentro de las muestras del penacho estaban empaquetados a más del doble de densidad que los microbios fuera del mismo. Incluso más animador, los genes específicamente dirigidos a degradar hidrocarburos eran también más comunes, lo que implica que no sólo las bacterias en general están llegando al penacho. Con todo esto, el grupo de Hazen predice que, con la ayuda de los hambrientos microbios, las concentraciones de hidrocarburos que su equipo analizó en el penacho, podrían caer a la mitad en una semana.

Pero eso no significa que la mitad del petróleo se haya ido en una semana. Las buenas noticias, de acuerdo con Ronald Atlas, microbiólogo petrolífero de la Universidad de Louisville en Kentucky, es que el petróleo está definitivamente descomponiéndose. “Los microbios están claramente degradando el petróleo. El artículo de Hazen establece eso”, señala Atlas, quien no estuvo implicado en el estudio. “La cuestión a resolver entre los dos estudios es, ¿cuáles son los ritmos reales de degradación?”

El petróleo está hecho de docenas de moléculas de distintos hidrocarburos. Las que analizó Hazen – los alcanos – son generalmente los primeros en desaparecer, dice Atlas. Sobre cuánto durarán el resto, no está claro. Todo depende de cómo de estable resulte ser la emulsión de petróleo – la burbuja gigante que se forma cuando se mezclan agua y petróleo. Si se dispersa fácilmente, las bacterias no deberían tener mayor problema. Pero si se mantiene unida, comenta Atlas, lo tendrán más difícil para descomponerla.

Otra preocupación ha sido que los microbios que se alimentan de petróleo podrían agotar el oxígeno del penacho. Esto se debe a que las bacterias deben extraer el oxígeno a partir del agua a su alrededor, lo cual podría llevar al desastre a las pesqueras locales que intentan volver por sus fueros. Pero ningún estudio detectó una caída peligrosa en el oxígeno del interior del penacho. “Sería muy duro establecer una zona muerta en este penacho simplemente debido a la degradación microbiana”, dice Camilli.

Mearns ve razones para el optimismo. Dice que con los datos de Hazen y el resto de datos que llegan de todos sitios, los científicos están empezando a pensar que el petróleo se irá antes de lo que la gente pensaba. “Estamos hablando de días a meses”.
Artículo traducido y posteado en Ciencia Kanija, el original se publicó en Science, su autor es Kristen Minogue.


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