Revista Cultura y Ocio

BAFICI 2011: Entrevista a Sylvain George

Publicado el 17 abril 2011 por María Bertoni

BAFICI 2011. Entrevista a Sylvain George, ganador de la competencia oficial internacional y del premio FIPRESCI

Hoy al mediodía tuvo lugar la conferencia de prensa que anunció a los ganadores de la 13ª edición del BAFICI en las diferentes secciones del Festival (la lista completa figura aquí, y nuestro blogroll destaca algunos de los títulos galardonados). El documental francés Qu’ils reposent en révolte obtuvo el premio principal de la Competencia Oficial Internacional y el premio otorgado por la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI). En exclusiva, Espectadores comparte la siguiente entrevista que el director Sylvain George tuvo la amabilidad de concedernos vía Internet.

¿Por qué quiso filmar un documental sobre la inmigración ilegal en Francia?

Ante todo, quise intentar dar cuenta de una de las problemáticas que considero entre las más cruciales de nuestra época. La cuestión de la inmigración y la figura del extranjero son indicadores perfectos para evaluar el estado de nuestras democracias, la construcción de políticas públicas, la elaboración de dispositivos encargados de aplicarlas. Este fenómeno atraviesa nuestro mundo contemporáneo, y se expone de manera extrema en el espacio público.

Por otra parte, cada uno de nosotros posee una historia familiar atravesada por la cuestión migratoria. De hecho, la migración es propia de los seres vivos: sin desplazamiento, sin movimiento no podríamos vivir ni desarrollarnos. El espíritu del encierro, el ensimismamiento conllevan al declive. Por todo esto, la cuestión inmigratoria nos concierne a todos y no solamente al extranjero.

¿Por qué filmó en Calais?

Calais se convirtió en una ciudad emblemática, a tal punto de revelar con mucha precisión el tratamiento de la problemática migratoria en Europa y Francia. En esta ciudad del norte de Francia, la política cobra una visibilidad flagrante y los cuerpos adquieren dimensión política. Se lee y se ve a la luz del día, en forma inmediata y extremadamente violenta, los dispositivos encargados de aplicar políticas públicas en los lugares donde se encuentran los extranjeros indocumentados: los arrestos y razzias permanentes, los “campos” o procesos de encierro formales e informales (centros de retención, “campamentos” en “junglas”), las vastas operaciones policiales y mediáticas organizadas por el gobierno con fines exclusivamente electoralistas.

¿Cuál es su análisis de la política migratoria en la Unión Europea?

Las políticas emprendidas por los Estados policiales modernos desbordan el marco de la ley y generan indistinción entre la excepción y la regla. Un recorte conceptual se revela entonces: a los individuos (esencialmente a los “vencidos” que representan el refugiado, el desplazado, el inmigrante, el desempleado, el drogado, el joven de la villa) se los despoja de sus derechos elementales, y se los reduce a una “vida desnuda”, es decir, al simple acto de vivir.

Con estas personas, los gobiernos ensayan políticas experimentales susceptibles de aplicarse a un grupo más amplio y al conjunto de la población. Por ejemplo en los llamados “centros de retención” crearon tribunales especiales donde un juez juzga a los indocumentados. Abogados y juristas se pronunciaron en contra de esta “justicia de excepción”; advirtieron que, si las cosas siguen así, nada impedirá que en el futuro se imparta justicia en “lugares excepcionales” que dejarán de ser tribunales. En este punto vemos bien cómo otra vez se violentan derechos legítimos y principios democráticos.

Denunciar esto es uno de los objetivos del film…

Ante un Estado que prueba dispositivos experimentales, intento responder con un cine también experimental. Muestro que esos cuerpos que las políticas quieren moldear son, en realidad, cuerpos irreductibles, capaces de desarrollar estrategias políticas de oposición y resistencia. La escena de los dedos quemados es un ejemplo elocuente en este sentido: vemos las consecuencias directas de políticas instituídas que hacen que algunas personas se vean forzadas a quemar y tajear sus huellas digitales para resistir las leyes europeas y los correspondientes dispositivos de aplicación.

¿Cómo consiguió ganar la confianza de las personas filmadas?

Antes de filmar aparecen las preguntas “por qué” y “cómo”, las razones que hacen que uno elija un tema, determinadas personas, un marco. Por mi parte, pretendo mostrar sin dialéctica las consecuencias de las políticas europeas y francesas en materia de inmigración. El marco es claro: Qu’ils reposent… cuenta con el apoyo del Centro Nacional de Cinematografía (Centre National de la Cinématographie) cuya ayuda me permite pagar -no mi subsistencia ni el alquiler de mi casa- sino el material y los viáticos para el rodaje.

La película está destinada a difundirse en festivales de cine, asociaciones y redes militantes, y excepcionalmente en alguna sala comercial. Su objetivo apunta a brindar testimonio de realidades presentes con miras a encarar una transformación a corto, medio y largo plazo de las políticas actuales, propiamente mortíferas. Al mismo tiempo y dentro de lo posible, buscamos constituir un documento histórico, una experiencia transmisible.

La primera etapa de la relación con las personas susceptibles de ser filmadas consistió entonces en presentarnos y en presentar el proyecto de la manera más clara posible y tantas veces como fuera necesario. Recién después pudimos pasar a la segunda etapa y comenzar a rodar.

El fin no justifica los medios…

Absolutamente no. Bajo ningún concepto me permito emplear estratagemas (mentiras, falsas promesas, dinero) para obtener una imagen. Tampoco filmo a escondidas, sin el consentimiento de las personas. Esto que parece normal no lo es tanto en la práctica; de hecho muchos periodistas o pseudo cineastas se pliegan a prácticas deshonestas para obtener lo que quieren.

Para mí ésta es una exigencia ética: no se filma a cualquier precio. Actualmente y en una época de fantasmagorías, creo que es buen cineasta quien sabe y elige no hacer una imagen, quien sabe resistirse a una imagen, quien sabe desprenderse de una imagen.

El cine no es un fin en sí mismo. Hacer películas por hacer películas no es más que un juego de espectacularización. El cine es un medio puro que permite establecer una relación con el mundo, con nosotros mismos, con el otro; por eso se abre a la ética y a la política.

En este punto también se trata de mi propia y doble necesidad de, por un lado, no huir y, por el otro, de estar a la altura del hoy que me toca vivir.

¿Qué dificultades encontró durante el rodaje de Qu’ils reposent…?

No encontré dificultades particulares al margen de la relación con la policía que siempre es extremadamente difícil (presión, intimidación) y de las estrategias ecónomicas que hay que encontrar e inventar para filmar decentemente durante cuatro años.

¿Qué cambiaría en su largometraje si hubiera algo que mejorar?

Nada. El film es tal cual lo deseé. Asumo plenamente las posturas políticas y artísticas elegidas.

Al margen de los dos premios BAFICI, ¿qué recibimiento tuvo su película en Francia y en otros países donde fue exhibida?

En general Qu’ils reposent… fue recibido magníficamente. Por supuesto, el hecho de que este film adopte firmemente una postura política y artística radical no genera necesariamente unanimidad.

Pero esto es muy positivo. Por un lado, porque existen líneas de fractura sobre lo que el cine debería ser (para algunos, debe simplemente confinarse a la esfera estética y artística, y evitar la toma de posiciones políticas demasiado explícitas). Por otro lado, porque la cuestión migratoria plantea muchas preguntas y perturba profundamente, incluso a las personas situadas a la izquierda o extrema izquierda del tablero político.

El hecho de que este film asuma un compromiso político y artístico, es decir, se aleje de los cánones en general admitidos, perturba y seduce a la vez.

¿Cuáles son sus próximos proyectos cinematográficos?

El título completo del film es Qu’ils reposent en révolteDes figures de guerres I (Que descansen en estado de rebeldía. Figuras de guerras I). Se trata de la primera parte de un proyecto sobre la cuestión migratoria y las movilizaciones sociales, que trabajo desde mi debut cinematográfico en 2006. Actualmente estoy desarrollando las partes dos y tres, que serán otros dos largometrajes.

También estoy redactando un diario de filmación donde intento describir, en clave literaria, personas y situaciones con las que nos topamos durante el rodaje. La combinación entre los registros cinematográfico y literario para tratar acontecimientos idénticos resulta muy interesante: de nuevo, se trata de otra manera de trabajar y de cuestionar las nociones y regímenes de representación, incluidos los que yo mismo construyo.


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