Hoy no tuve miedo, La pileta, Curling, At Ellen’s age, True love figuran entre las películas de la 13a edición del BAFICI que quien suscribe no supo apreciar (cabe aclarar que por ahora esta lista también incluye las ya reseñadas Attenberg, Silver bullets y Sleeping sickness). A continuación, las razones de tanta -en el mejor de los casos- indiferencia.


Sin embargo, lo autorreferencial ocupa demasiado espacio en una propuesta que además tiene algo de experimental. Para algunos, 120 minutos de esta combinación son excesivos.


Los interesados en este hobby y versiones similares serán el mejor público para una propuesta que dura poco más de una hora, y que también explora la afición por el boxeo y por la entrega de comida a domicilio (en especial las empanadas). Para la autora de este post, en cambio, el mundo del modelismo es una curiosidad que se extingue en escasos minutos.


Algunos espectadores nos quedamos entonces con los paisajes blancos de Norteamérica, con las actuaciones de Emmanuel y Philomène Bilodeau (padre e hija tanto en la ficción como en la vida real) y con el descubrimiento de un deporte llamado “curling” (siempre aprendemos algo gracias al cine) .


“De cómo una azafata cuarentona termina conviviendo con un grupo de edukadores y luego pasando a la clandestinidad en la sabana africana”. Así debería subtitularse At Ellen’s age, aunque tal vez la aclaración sea innecesaria cuando (por favor presten atención) el poster lo dice todo.


El largo del español Ion de Sosa es un ejercicio catártico que lo habrá liberado de la amargura provocada por una ruptura amorosa, y que con el tiempo se transformará en testimonio de una vivencia personal. Pero para el resto de los mortales True love es apenas un ensayo con cámara en mano que, a lo sumo, nos muestra algunos rincones de Berlín (¿acaso de la ex Berlín Oriental?).
