Esta fue la primer vez en la que sin buscarlo el aparece enfrente mío a poca distancia y me regala uno de los mejores momentos con esta especie en particular. Yo estaba muy concentrado intentando fotografiar a un esquivo Pijuí corona rojiza y me sorprendió el volumen del canto, cuando levanté la cabeza lo tenía a tres metros de distancia. Saqué el flash de la cámara, me lo metí en el bolsillo y lo fotografié sin flash para no asustarlo; inclusive me dio la oportunidad de recomponer varias tomas cambiando la orientación del equipo, cantó una vez mas....instante retratado en la última toma de la secuencia que voy a compartir aquí y se alejó volando para perderse en la espesura de la selva.




