Una baja autoestima es cuestión de no saber mirarse a una misma. Es un simple error de perspectiva, muy común en una sociedad tan competitiva y ligada a lo superficial como es esta.
En el fondo lo que ocurre es que te has perdido en lo accesorio y no vives la vida, o mejor dicho, no la vives siendo tú misma. Voy a darte unas sencillas instrucciones para que te puedas desprender de tu baja autoestima
, de esa negativa carga autoimpuesta que inconscientemente has decidido llevar.
Primer paso: líbrate de energías negativas
Termina con los
sentimientos autodestructivos como la culpa, la vergüenza o la ansiedad que vienen por no ser como piensas que "deberías" o "tendrías" que ser. Fuera juicios y exigencias. Hay obligación y angustia siempre en esos pensamientos, fíjate.
Tú eres quien decide qué es importante para ti. Nadie tiene que decirte cómo debes ser, actuar, ni sentirte...no puedes valorarte según criterios ajenos, sociales..incluso tus propias exigencias, probablemente ni siquiera lo sean (¿Por qué tienes que ser perfecta?, ¿porque es el ideal de mujer moderna?)...mira lo absurdas o imposibles que son algunas cosas que te demandas constantemente y consideras innegables. Todo esto te desvalora. Hay chicas torturadas por algunos kilos (¿de más?) que serían consideradas diosas en otras partes del mundo... Tienes que ser c
onsciente de tu cuerpo y amarlo sin condiciones, dar gracias por tenerlo. Te lo debes.
Segundo paso: conócete y acéptate.
Medita, reflexiona, conecta hasta estar segura de que te estás viendo realmente. Separa lo verdadero de lo accesorio. Haz una lista de lo que de verdad quieres cambiar de ti, qué actitudes tienes que mejorar, en qué situaciones te desenvuelves mal o no te gustas... sé concreta.
Haz otra lista de cosas que realmente quieres hacer, vivir o conseguir.
Sé sincera y audaz al hacerla, aunque realista. Visualiza, experimenta detalladamente esos cambios y esos logros a diario, confiando en que ya estás cambiando en esa dirección; el hecho de vivir ese cambio en ti, acabará haciéndolo ser parte de ti y finalmente, realidad. El hacer o conseguir cosas, es casi lo mismo. Lo que realmente consigues en este proceso es introducirte en río de la vida, en su corriente energética, que automáticamente te carga positivamente y propicia el cambio en última instancia. Así te cargas de autoestima
; de
una paz interior y una confianza para emprender nuevos logros en un contínuo bucle positivo de creación.
Has nacido para estar viva, la
baja autoestima esconde un desencanto por el hecho de vivir; es algo tan antinatural que cuando tú y tu espíritu conseguís reconoceros y recordar quiénes sois en realidad, simplemente volvéis a estar vivos, porque en ese mismo momento eso es lo que decides desde lo más hondo de ti. Tu identidad reforzada con esa tranquila energía que llamamos autoestima ya lo reconoce, ya sabe vivir todo eso que hace que merezca la pena vivir la vida. Tu vida, no otra.
Por la Dra Michelle Nielsen